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En la penumbra del bosque, la luz del sol apenas lograba penetrar el denso follaje, proyectando sombras alargadas y siniestras sobre el suelo cubierto de hojas marchitas.
El aire estaba cargado de una humedad sofocante que se mezclaba con el olor acre de la descomposición, creando una atmósfera asfixiante.

El silencio sepulcral era interrumpido solo por el crujido ocasional de ramas y el arrastrar inquietante de pies.

A lo lejos, una figura imponente comenzaba a abrirse paso entre la marea de caminantes. Su presencia era inconfundible, una silueta oscura y colosal que parecía absorber la luz a su alrededor.

Némesis.

Una monstruosidad de proporciones descomunales, avanzaba con una determinación inquebrantable. Su piel era una amalgama de cicatrices y tejidos expuestos, con músculos retorcidos y tensos como si estuvieran a punto de desgarrarse. Sus ojos eran pozos oscuros y vacíos, reflejando una inteligencia cruel y despiadada. Su boca, cruel y deformada y llena de dientes afilados, emitía un gruñido gutural que resonaba en el aire como una sentencia de muerte.

Desde su escondite, Logan observaba la escena con una mezcla de terror y desesperación. Sabía que no tenía escapatoria, que el destino había llegado para reclamarlo.

Sus manos temblaban mientras intentaba mantenerse en silencio, cada respiración era una tortura, el miedo le carcomía el alma.

Recordaba las historias, ahora susurros del pasado sobre Némesis, pero ver a la criatura en persona era algo que superaba sus peores pesadillas.

Los ojos de Logan se encontraron con los de Némesis por un breve instante, un momento que se sintió eterno. En esos ojos inhumanos, no había piedad ni remordimiento, solo una fría determinación.

Era el final, y Logan lo sabía.

Sintió su corazón latir con una fuerza desbocada, cada palpitar era un eco de su propia sentencia.

Némesis se acercaba inexorablemente, su figura creciendo a cada paso, su sombra engullendo el último refugio de Logan. El terror se apoderó de él por completo, paralizándolo.

En el último momento, antes de que la oscuridad lo reclamara, solo pudo cerrar los ojos y aceptar su destino.

Y eso fue hasta que escuchó una débil voz que le llamaba, aferrada a él como su única esperanza...no, aferrada a ellos como su única esperanza," Pasa algo?"- preguntó Sophia mientras se encogía de miedo al verlos tan callados.

Logan miró a Némesis para luego voltear hacia Sophia y darle una sonrisa amable y tranquila, " Tranquila, todo estará bien. Sabes por qué?"- preguntó mientras se acercaba a ella.

Sophia curiosa y sorprendida por la actitud de Logan ante la situación preguntó con curiosidad," Por qué?".

-" Porque yo estoy aquí. Y volveremos con nuestra familia, tus tíos se encargarán de ello. Tú solo espera aquí"- dijo acariciándole el pelo tranquilizándola.

Sophia:" Familia? Tíos?"- preguntó de nuevo curiosa porque aunque le tenía cariño y afecto al grupo de supervivientes por haber convivido con todos durante estos meses, no los consideraba familia. De hecho, aparte de su madre no tenía a nadie más. Ni siquiera antes del desastre por culpa de su padre.

-" Así es. Todos somos tu nueva y gran familia porque no es la sangre lo que hace a la familia, son los lazos que se construyen y se fomentan. El respeto y cariño que se profesan, y la confianza y lealtad que se tienen."- le dijo enseñándole una lección a Sophia que no olvidaría, y Daryl también ya que todos escuchaban las palabras de Logan.

Luego de darle un toque en la frente con los dedos al estilo Itachi Logan se levantó y se acercó a la ventana para observar a Némesis con miles de preguntas en su mente.

Yo en The Walking Dead Donde viven las historias. Descúbrelo ahora