Capítulo tres: Cuidado con la química

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5 de julio del 202X, 20:04
Lyndon Center

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Esperamos con prisa que se vaya el caníbal, pero parece que quiere asegurarse si no queda un pedazo de carne en los restos de su compañero. ¿Por qué está viendo si el cuerpo está repleto de químicos, o del propio acido que le había tirado? No tenemos tantas ideas sobre nuestra mente. El caníbal sobreviviente se fue con orgullo con uno de los huesos de su antiguo compañero, pues parece como un recuerdo que quiere guardar. El solo se adentró sobre la farmacia para armarse un banquete sin su compañero caído. ¿Fue nuestra culpa hacer un espectáculo? ¿por qué no siguió las voces de Andrew cuando gritaba? Parece que no nos ha escuchado, o solo pensó que nos hemos caído; además, no es nuestra culpa que su compañero haya perdido su vida por nosotros; solo veníamos por una demuestra de una vacuna, que jamás encontramos adentro. Salgo, junto a ellos para tomar un poco de aire con olor a nuevo, o puro olor a pintura o químicos. Estiramos las patas y observo mi teléfono por encontrar el centro de laboratorios: "Thunder Science" dentro del centro con la intención urgida de buscar una maldita vacuna con inmunidad. El centro de laboratorios, si no mal se acuerda Andrew, se encontraba en el segundo piso que estamos ahora, guiándonos por el norte, puro recto hasta llegar a las instalaciones. Es fácil podernos guiar, si la empresa porta un logotipo de un signo de configuración de teléfonos, con un trueno portando adentro del mismo. Obvio, con las letras del laboratorio. Guardo mi teléfono para podernos guiar directo al mismo pasillo que hemos pasado con anterioridad, así que no es necesario mencionar lo que nosotros hemos visto. Admito que hace un gran frio por medio del centro ¿Por qué lo haría si no hay aires acondicionados con energía para funcionar? No tengo la menor idea, pero teorizo que puede ser por la noche; hasta mi teléfono, analizando la temperatura sin la necesidad de internet, indica un periodo de 16,7 grados. Andrew se parte mucho del frio, y escando cerca de ropa, se me ocurre traer un suéter.

"Quedensen aquí, voy por un abrigo para ti, Andrew. Voy en lo menos que canta un gallo." -Comento un chiste tan malo. -

Ellos se van a meter dentro de un quiosco pequeño, que está en el camino con tal de asegurarse en dónde debo de encontrarlos. Veo la cantidad de artículos que porta la tienda: Secciones de verano, ropa elegante de trabajo, y se me hace cuestionar porqué hay un traje de protección para los equipos de hockey (¿La tienda será americana?) Llegando a mi camino, enciendo mi linterna con buscar al menos dos suéteres para ellos; no llevaré porque llevo mangas y más como 3 camisas cubriendo mi cuerpo, aunque no me vería tan mal encontrar unos guantes. En el camino, veo alguna que otra ropa, como un suéter rosado; un suéter rosado que me hace recordar mucho a la vez que conocí hace unos años a Angeline.

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¿Recuerdas las veces que me puse normal? ¿Qué poco a poco te demostré mi personalidad? ¿Recuerdas esas veces que, solo por ser amigos, todos nos emparejaban? Incluso esos momentos cuando éramos de secciones, te ibas, pero te alcancé para hablar, ya que parecías muy sola por el abandono de uno de tus compañeros. Estuve contigo, escuché tus experiencias, y no sabes como me alegra recordar de vuelta esos momentos...

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Solo dejo mi alusión afuera con enfocarme en llevar ese suéter, ya que me trae recuerdos con ella. En camino en encontrar un abrigo para llevárselo a Andrew (estando muy al fondo de la tienda si fuese necesario), algo se siente cerca de mi rango auditivo. Cuando volteo, me topo a un monstruo de latex lanzándose sobre mi lado. El miedo y la sorpresa que me dio, era incalculable. Quise pedir ayuda, pero el individuo con sus patas sucias me estaba ahogando en el cuello, impidiendo mi vía respiratoria, o el habla de mis compañeros. Casi al borde de ser asimilado, uso mis fuerzas con darle un empujón fuerte al látex. Milagrosamente, ha funcionado, y no he recibido la suficiente sustancia (o que no logró asimilarme) con tal de terminar como uno de ellos. Cuando lo veo, se recupera en el suelo, con tal de ir a por mí. Asustado, busco escapar con tal de correr en algunos estantes de corbatas o de medias, hasta llegar en unos colgantes de ropa. Él no pudo verme por estar escondido, y ni siquiera tiene la suficiente conciencia para poder ver que abajo hay unos pies de humano (Parece que solo le interesa la carne o los tejidos del cuerpo). Veo un extintor en un pasillo que debía de correr si lo quería alcanzar. Aprovechando que poco a poco está cerca del estante que estoy, salgo con sorpresa, junto con una ropa, para poderme lanzar como me había hecho, solo que regalándole de paso más de 40 tipos de ropa, estando atrapado en una montaña de esta.

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⏰ Última actualización: Jul 30 ⏰

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