La paz después de la Tormenta

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Victoriano caminaba por su hacienda con un rifle en la mano, primero miró a Artemio, luego miró a Benigno y luego siguió, Macario, Uciel, Eulogio, Aldo, Jorge, todos estaban sentados afuera de las caballerizas jugando una buena partida de póquer.  

Artemio: oiga Jefecito porque trae esa pistola, que nos va tirar unos tiros o que?

Benigno: pasa algo? 

Victoriano con un rifle eso era algo muy serio

Victoriano: no no pasa nada nomas vine a recorrer la hacienda y ya saben que me gusta estar protegido por si las moscas deciden aparecerse 

Artemio definitivamente no podía ser el que lo traicionara no había manera. Pero ni Macario, ¿y Benigno? Él estaba enamorado de su mujer, estaba seguro de ello aunque lo negara. ¿Por qué actuaba así? ¿De verdad creía lo que decía la nota de que uno de sus hombres era capaz de traicionarlo? Mandó esa nota a Bermúdez de inmediato. Esperaba tener noticias sobre el autor

Macario: Patrón quiere jugar una mano de cartas?

Miró hacia su dormitorio donde las luces estaban encendidas, Inés probablemente necesitaba algo de paz y tranquilidad así que aceptó. Últimamente no le había dado tiempo a su esposa para estar sola y estaba seguro de que ella lo necesitaba.

Victoriano: va pues (dejando el rifle a un lado para acomodarse en la mesa)

Artemio: yo voy primero ( barajando las cartas)

Había pasado un tiempo desde que había pasado tiempo con ellos y extrañaba esto

Victoriano: como extrañaba esto muchachos hace mucho tiempo que no nos juntamos en una tarde como está 

Artemio: gracias por lo de muchachos Patrón 

Victoriano soltó una carcajada fuerte Artemio realmente podría ponerte de buen humor

Ellos comenzaron a jugar algunas rondas hasta que Rosa les llevó  unas gorditas de nata con un poco de café y él decidió quedarse un rato.  Esto le trajo recuerdos a Victoriano porque esto es exactamente lo que hacía su esposa hace muchos años cuando trabajaba para él y lo celoso que se ponía cuando se la estaba pasando muy bien en compañía de otros 

Flashback

Benigno y Artemio y el resto de los trabajadores estaban jugando una buena partida de lotería.Hasta que vino Ines con unos panes de canela que habia hecho específicamente para ellos 

Benigno: Oye Inesita que traes ahi en la charola ?

Ines: panes que acaban de salir del horno ahorita vienen las muchachas con un café de olla  que les he preparado 

Artemio: ay Inesilla pues siempre preocupandote tu 

Ines: ya los niños están dormidos y el Patrón no me ocupa entonces es mi tiempo libre y pues que mejor que pasarlo con ustedes !

Benigno: la otra noche era tu tiempo libre y de todos modos vino por ti 

Elogio?: es cierto Ines

Ines:que nos se nos olvide que es el Patrón y aquí hace lo que quiere 

Benigno: si tienes razón 

Ines: quién va ganando?

Benigno: Eulogio , ya sabes que siempre gana

Eulogio: clarín soy el mejor

El Uno para el OtroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora