----Cap. 11 El miedo de una estrella----

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⚠️Atención: este capitulo puede contener menciones a temas bastante sensibles para el lector, se recomienda discreción. Lectura apta para mayores de 13 años⚠️

Quién eres tu? Quién soy yo? Qué somos? Qué queremos ser? Cuál es tu objetivo?
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Qué darías por llegar a el?

Bueno, la vida es muy distinta para todos nosotros; aveces parece una enorme bendición de lo buena que es, teniendo una hermosa familia y con los años pasando como si fueran una película. O puedes nacer en el escenario que aparenta todo ello pero no es más que una fachada para ocultar la verdadero naturaleza de los secretos familiares enterrados, secretos en los que caes lentamente como las redes de una telaraña.

Recuerdo muy bien que siempre crecimos con todo lo que queríamos, rodeado de todos los lujos que un niño quisiera tener, en una casa que parecería un castillo para cualquier infante. Veíamos pasar a mucha gente que entraba y salía de nuestras vidas sin conocerlos realmente, de un momento a otro aquellos a los que llamábamos "tios" y "tias" se iban para no volver.

Quienes son mi familia? Bien, se veía muy normal; teniendo dos padres amorosos entre sí, un hermano menor que siempre fue más alto que yo y dos hermanos menores gemelos.

Al menos eso parecía antes de que nuestro padre Francia fuera desaparecido...no supimos nada de el hasta que su cuerpo apareció en un campo de flores sin nada en el pecho, quien fuera que lo haya hecho "al menos" tuvo la decencia de darnoslo para poder llorar su partida. Fue un día bastante gris, papá no podía creer que todo estuviera pasando y yo como el hermano mayor no tenía mucho tiempo para descomponerme frente a mis hermanos que apenas estaban procesandolo, desde el día de ese funeral mi hermano Canadá fue el que más cambio.

El era el más unido a nuestro padre, aprendía de él su cocina y su idioma mientras reían, con su partida mi hermano dejo de hacer aquellos postres que aprendió ya que "el ya no sentía la misma dulzura al hacerlos". Mi pequeño hermano sin duda se había apagado y en esos momentos entendió lo poderosa que era una sonrisa falsa frente a todos, de un momento a otro se convirtió en uno de los más grandes mentirosos que he conocido; conquistando mujeres y hombres con una sola sonrisa, fingiendo tanto carisma y empatia para siempre terminar recostado en su cama con ese rostro deprimido .

Mis hermanos más pequeños, los gemelos, en esos instantes no entendían que era lo que pasaba y estaban llenos de muchas preguntas distintas referentes a papá... fue Australia el primero en darse cuenta que el ya no iba a regresar y empezó a refugiarse en criar a diferentes animales, en ellos busco el consuelo de la pérdida. Tiempo después Nueva Zelanda también lo entendió, lloro más de una noche por querer que aquella figura volviera a arroparlo en la oscuridad con esa ternura aunque en el fondo sabía que eso ya no sería posible, así que como nuestro hermano lo hiso, busco el distraerse de ello siendo su refugio algunos deportes rudos.

Como lo lleve yo?

Bueno, a mi no me dio tiempo de intentar refugiarme o cambiar, con mi padre volviéndose más enfocado a su trabajo y el que solo convivíamos con los trabajadores tuve que enfocarme más en intentar cuidarlos, en intentar una y otra vez que todo volviera a ser como antes sin éxito alguno. Día tras día, mes a mes, año con año me volvía la nueva cabeza de la familia si es que faltaba mi padre y... no podía sentirme más miserable con ello.
Los negocios de diferentes tipos iban y venían conforme la ambición de ellos crecía; diferentes familias, diferentes rostros...diferentes rastreros que querían una mejor posición creyendo que nosotros éramos la llave para ello ¡Que repugnantes los coqueteos hacia nosotros en todo momento!

Entre todos ellos destacaba una familia, una familia que recién se formaba con un extraño country bastante alto. Yo...nunca voy a olvidar su apariencia, no seré capaz de olvidar cada detalle de él: era alto al punto de casi llegar a la misma estatura que el marco de la puerta, tenía un cabello negro completamente como el carbón, un porte imponente como había visto en pocos, una voz muy gruesa y rasposa por la edad que tenía, unos ojos fríos en un color ámbar como lo llegan a tener algunos felinos y unos colmillos anormalmente largos dándole un aspecto algo salvaje como una bestia. Aunque su reputación fuera muy reciente era bastante temida, a su hijo y a el les tenían pavor ya que de boca en boca corrían los rumores de sus "desapariciones" de sus enemigos o de cualquier que cometiera la osadía de meterse con ellos, todos conocían bien aquel nombre; los Soviets.

---Entre secretos y balas---Donde viven las historias. Descúbrelo ahora