VIII: Yo quería pelear, pero si me quieres acorralar no me quejo.

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Faye

El fin de semana me había parecido extremadamente largo, tuve un debate mental 400 veces sobre si hablarle a Yoko o dejarla en paz y decidí que la mejor opción era no molestarla más y esperar pacientemente hasta el lunes.
Y hoy, finalmente es el día.

Llego a mi aula un poco agitada y me acerco rápidamente a mi horario buscando algún período libre en la que puedo hablar con Yoko y suspiro fuertemente al ver que mi único momento libre es cuando ella tiene clase.

Algo frustrada, agarro mi celular y este automáticamente entra al chat de Yoko.

Chat con: whotfisyoko

F: Hola. Hoy no tengo periodo libre junto a ti, solo cuando te toca gimnasia. ¿Podríamos hablar aún así?  (8: 10 a.m)

Y: Bno (9:30)

Definitivamente será complicado que suelte qué le pasa.

Yoko

Dos horas después, Becky y yo vamos camino a gimnasia y recuerdo mi reunión con Faye, lo cual me hace suspirar.

-Bec, no puedo ir contigo; adelántate.

-Por? -pregunta curiosa-

-Es.... Yo... eh.... -mordí mi labio pensando una excusa- Soy horrible mintiendo. Voy a encontrarme con Faye en el aula para que hablemos sobre el viernes.

-¡Ala mierda! -exclama- me alegro de que hayas accedido a su propuesta, se le notaba desesperada por chat.

-Lo sé, es que de verdad me sentí tan avergonzada por su rechazo que no quería ni leer su nombre.

-Ni modo, cosechas lo que siembras y tú sembraste tu lengua en su boca. Ahora afróntalo.

-Por veinteava vez; ¡No fue de lengua! -grito harta-

-¿Qué no fue de lengua, cariño? -escucho una voz detrás mío y me quedo helada al reconocer a Faye-

-Eh... ¡que ganas de hacer deporte, adiós! 
-se despide Becky a paso rápido-

-Yo me refería a... -me quedo pensativa- ugh, cállate.

-Yo no dije nada. -sonríe divertida- ven. -me toma de la muñeca y me arrastra hasta el aula cerrando la puerta detrás de ella-

-Me apoyo de su escritorio con los brazos cruzados- Habla.

Faye

-Eh... yo...  -trago pesado- ¡no hables así, me das miedo! -protesto-

Ella suelta una risa egocéntrica seguida de un "ah, sí?" Y de algún modo siento que me está declarando la guerra.

-Bien, ¿quieres que sea directa? -me recompongo y hablo firme-

-Si fueras tan amable. -usa su tono sarcástico-

-No he dejado de pensar en tus malditos labios desde el viernes, tus malditos ojos preciosos, tus malditas pestañas, todo.
Y claro que me encantó el jodido beso, no tienes idea de cuánto ¡pero estábamos borrachas! ¿Te enojaste conmigo porque te rechacé? Bien, enójate; pero no puedes juzgarme por querer estar más consciente cuando nos besamos para que no solo sea "un beso de fiesta" como todos los demás.

-Yoko muerde el interior de su mejilla y se queda callada unos segundos mientras piensa en una respuesta- Yo.... -se calla de nuevo-

-Respóndeme, Yoko. ¿Por eso te enojaste? ¿Por eso ignoraste mis mensajes y mis llamadas? ¿Tienes alguna idea de la magnitud de la situación? No rogaba por una respuesta desde que tengo como 25 años y viniste a cambiarme todo el plan. -doy un paso al frente y ella se pega más al escritorio- Y aún así, sigues escapando de mí cuando ya dije las cosas de frente. -doy otro paso y la hago topar con el escritorio cayendo sentada en este-

Mi vista se posa en sus labios y sube a sus ojos, le hago una mirada triangular y ella traga notoriamente.

-¿De verdad no vas a contestar? -pregunto con una sonrisa de lado-

-Yo debería preguntarte eso, ¿por qué me besaste en primer lugar? Sí, yo empecé, pero ¿por qué lo seguiste?

-Me pareciste linda desde la primera vez que te vi, en la cafetería. Que hayas sido mi alumna solo fue una... coincidencia.

-¿Entonces la científica cree en el destino? -pregunta con una sonrisa-

-¿Estás llamando destino a nuestro encuentro?

-uhm.... -se queda callada de nuevo- No

-elevo una ceja-

-No, o sea, sí... pero...

-Y tú, ¿por qué me besaste? -pregunto luego de unos segundos del silencio eterno de Yoko-

Me acerco más hasta que sus piernas quedan al rededor de mi cintura gracias a la diferencia de altura por ella sentada en el escritorio.

-Me... llamaste la atención. -dice apartando la cara cuando quedamos cerca para que no vea su sonrojo-

-Yoko, ¿te parezco linda? -digo tomando su mandíbula para que me vea cuando le hablo, quedamos a centímetros-

Yoko

Y ahí estoy yo, observando a Faye Malisorn (la chica linda de la cafetería y también mi maestra que es 10 años mayor que yo) mientras me acorralaba en el escritorio y preguntaba si me parecía linda.

Con la respiración acelerada respondí

-Sí.... Por eso yo... acepté el café y el croissant el otro día.

Ella sonrió, movió su mano de mi mandíbula a mi mejilla y la acarició lentamente.

-Okay, cariño; ya puedes retirarte.

Y obviamente, no me fui.

Nos cambié de posición y con un leve empujón en el hombro Faye quedó sentada en el escritorio.
Nuestros rostros estaban a unos 3 centímetros de distancia.

De repente, alguien abrió la puerta y Faye me alejó de golpe.

-Entonces, Yoko Aspara; ¿le parece si quedamos en algún lugar? Así puedo atender con tranquilidad nuestro asunto pendiente. -habla con su tono formal-

-Me parece perfecto, miss. -le sonrío amablemente-

-Entonces la espero aquí en la salida.

-Sí. Feliz día, miss Malisorn.

-Feliz día, Aspara.

Salgo rápidamente de ahí y paso al lado del decano, el cual no vio nada raro en nuestra interacción.

Maratón 2/3

Without the "Miss", please. (Adaptación FayeYoko) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora