parte 7

29 0 0
                                    

Cuantos gritos se escuchaban desde aquella casa y nadie tuvo corazón de ayudarlo. Desde el frío piso de madera contemplando su brazo roto con impotencia, esperando a que alguien entrara por esa puerta, no fue así, todos fingieron demencia, por que desde lo más profundo, el corazón que dice ser el pequeño pueblo estaba el vacío... Sólo movía sus ojos cómo un inválido mientras las lágrimas brotaban de sus ojos.

Escuchó los ronquidos de su padre en su habitación y alzó su vista encontrandose con la escopeta sobre la estufa.

Se arrastró hasta esta colocándose de rodillas y la tomó entre sus brazos.

Observando que estaba cargada se tranquilizó.

Si poseyera la valiente decisión de accionar el gatillo, ninguna persona mostraría inquietud ni temor, ya que el tiempo se comporta de manera hipócrita y engañosa, como lo hacen los seres humanos.

Todos están sólos, porque apesar de haber vivido suficientemente tiempo con los seres humanos, no son capaces de amar lo suficiente y las personas viven engañadas por sus deseos, pues nadie es capaz de un amor tan puro.

Si van a hacerlo, procuren que a pesar de tantas lágrimas, a nadie en realidad le importa... Y si no lo hacen, tienen los segundos retrocediendo.

La vida sólo se vive una sola vez y los pensamientos sólo surgen una única vez.

Y Jeon jungkook aún con la escopeta en manos, no tenía las palabras correctas para entenderlo, pero sí estaba seguro de una cosa.

Ustedes están solos.


...



El tiempo, un concepto tan abstracto y relativo, desafía a la mente humana con su fugacidad. Al soñar despiertos, el tiempo se torna imaginario, haciéndose más una ilusión que una realidad tangible. Se dice que las horas en nuestros sueños duran minutos en nuestro mundo consciente, mientras las horas pasan sin darnos cuenta. En tal escenario, el tiempo se burla de nuestra percepción, jugando con nuestras nociones de realidad y ficción.

Taehyung pasaba el día imaginando diferentes escenarios del futuro. Aunque sabía que no eran posibles, no podía evitar hacerlo. Era una forma de escapar de la realidad y hacer que el tiempo pasara más rápido. Sabía que siempre terminaba imaginando a Jeon Jungkook en cada uno de estos escenarios, aunque no quería. Las consecuencias de sus fantasías eran dolorosas y siempre lo dejaban con un sentimiento de frustración y anhelo. Pero no podía detener su mente de viajar a ese mundo imaginario donde él y Jungkook estaban juntos.

Era tan repugnante saber que todo lo que imagina dependía de su futuro. Era complicado, pero el lo entendía perfectamente.

Aún así lo pensaba cada segundo, su día se terminaba de manera rápida. Observaba la cuesta de sol con su ropa sucia y dañada, sabía que ya había terminado su turno de trabajo y fingía una sonrisa.

Taehyung había estado esperando noticias de Jungkook, pero no había habido ni una palabra desde esa noche dos días después. Esperaba que una piedra golpeara su ventana en cualquier momento, pero no pasó. Se preguntaba por qué estaban tan distantes últimamente y por qué el ambiente entre ellos era tan tenso a pesar de estar juntos. Cada vez que lo veía, sentía una distancia cada vez mayor y un nudo en el pecho. Quería saber qué estaba pasando, pero no se atrevía a preguntar.
Y así llamando y golpeando su puerta no obtuvo señales de el, lo extrañaba y claro que estaba preocupado pero era inútil.

Al llegar a casa, se tumbó en su cama sin darle importancia a sus deberes, estába tan desanimado que a los segundos se durmió y al abrir los ojos el sol golpeaba contra su cara.

Hilos entrelazados (taekook) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora