parte 9

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1 de septiembre.



La lluvia había continuado durante días y el invierno se había apoderado de aquellos campos de cosecha, el sol había desaparecido llevándose consigo el calor necesario de cada día y noche, convirtiéndose en la época más fría de aquel pueblo después de tantos años.

La suave luz danzaba en los marcos de las ventanas, proyectando sombras juguetonas que se movían con el resplandor de cada hogar. Las familias reían y charlaban alrededor de la chimenea, mientras los niños corrían de habitación en habitación, acompañando la lluvia con su ruidoso juego.

Eran escenas deseados por muchos, sin ignorar que en verano las escenas eran aún más "amorosas" al tratar a sus hijos con golpes bajo la justificación de la educación.

Después de todo, nadie era capaz de cambiar un patrón que había sido pasado de generación en generación, presenciando los malos tratos de los mayores hacia los menores.

Y es que el taehyung pequeño cuando buscaba amigos para jugar siempre terminaba con una paliza hecha por sus mismos vecinos, por lo que encontró poco valor a la idea de "vecinos". Por lo que nunca cambio ni subestimó a Jungkook, era lo único que tenía y tendría.

Los últimos meses habían sido una desgarradora prueba mental para ambos. El constante peso de la incertidumbre y el estrés había consumido su paz interior, dejándolos exhaustos emocional y mentalmente. Luchaban diariamente para mantener la cordura pero sin saber que habían llegado a su límite.

Y taehyung miró en dirección al cielo en busca de paz o una señal que lo ayudara, ofreciendo a este, dolor y profundos pensamientos.

Meditó mientras cerraba sus ojos y suspiraba profundamente, sin controlar sus sentimientos y pensamientos que luego fueron fluyendo.

Cerró fuertemente los ojos y respiro hondo varias veces, tratando de encontrar la calma y controlar sus emociones que se estaban apoderando de él. Pero no lo lograba.

La lluvia seguía cayendo con fuerza, empapando a taehyung de pies a cabeza mientras se sentía entre esta un ser insignificante. Su camisa blanca se adhería a su cuerpo, revelando su figura. Su semblante estaba serio y lleno de dolor mientras pensaba en Jungkook. El dolor en su pecho era opresor, como si alguien estuviera apretando su corazón con fuerza. Sin poder contenerse más, se sentó y dejó que la lluvia siguiera cayendo sobre él, mientras cerraba los ojos y su mente seguía inundándose de pensamientos de Jungkook.

Luchaba por respirar, pero su cuerpo estaba temblando sin poderlo controlar. No entendía el porqué, pero sentía una abrumadora sensación de miedo y desesperación. Su respiración se cortaba cada pocos segundos, y sentía cómo el corazón le latía a un ritmo desbocado en su pecho. Era como si algo dentro de él estuviera a punto de romperse, y no podia hacer nada para detenerlo.

Y sin evitarlo, corrió.

Taeyung corrió como nunca antes lo había hecho, sintiendo cómo el dolor atravesaba su corazón y lo partía en mil pedazos. Era un dolor insoportable, un dolor que sabía que nadie sería capaz de aguantar, pero su determinación y desesperación lo impulsaban a seguir adelante. Sin importar el dolor, sin importar el cansancio, siguió corriendo a través de la lluvia, con el único objetivo en mente: Jungkook.

Al lograr ver la casa de jungkook, corrió aún con más desesperación y su llanto se volvió más fuerte... Debido a la desesperación, al correr cayó fuertemente contra el piso golpeando su rostro y pecho, ocasionando unas que otras heridas y dolor.

Enseguida se limpió e hizo golpear de nuevo sus rodillas frente a la puerta de jungkook mientras tocaba con desesperación esperando a que abrieran.

En un pestañeo observó a welians abrir la puerta muy enfadado.

- ¡Porfavor! -gritaba con dificultad mientras sus palabras se cortaban debido a su llanto. - ¡Jungkook!

No necesitó volver a gritar su nombre porque enseguida observó a Jungkook bajando las escaleras asustado. - ¿Taehyung?

Y en en ese momento, el tiempo pareció detenerse.

Los latidos de sus corazones se detuvieron, estaban tan asustados ante el sentimiento desconocido para ambos, les era tan incómodo la manera tan fuerte en que latían, el calor llenaba sus rostros y no sabían cómo procesarlo.

Todo al momento en que sus labios chocaron con desesperación, fue en ese instante dónde olvidaron su propósito de vida y los dos murieron juntos.

Porque al rostro de horror y sorpresa de Welians ninguno fue capaz de ver.

Pero los dos separaron sus labios y se encontraron con sus miradas de lágrimas,  ubiesen jurado haber pasado años en ese momento porque la mirada que recibian uno del otro ningúna persona la merece. Fueron 9 segundos exactamente, hasta que sintieron la realidad en contra de ellos, golpeandolos.

Cuando jungkook golpeó fuertemente su espalda contra el piso al ser empujado por Welians en un intento de separarlos o cuando taehyung se abalanzó contra Welians a golpearlo tan fuerte cómo pudo.

El tiempo seguía detenido, pero fue en un momento a otro cuando empezó a correr, correr cómo siempre lo hizo.

En cuanto Welians se abalanzó contra taehyung con furia y maldad cómo ningún otro ser, lo cargó apretandolo entre su pecho cruelmente dejando al castaño sin oxígeno. Salió entre la lluvia mientras cargaba a este y caminó hasta su casa y lo tiró bruscamente contra la puerta.

- ¡abreme la puerta, puto Meyer!

Entonces los cielos lloraron y los vecinos enseguida se asomaron a sus ventanas al escuchar los gritos de aquella casa. Pero ninguno hizo nada.

Por otro lado, jungkook lloraba cómo un niño retorcidose de dolor por su espalda pero dolía más su corazón. Abrió los ojos y se puso de pie con dificultad, enseguida comenzó a golpear  y dejar caer cada objeto que encontrase. Buscaba cómo si de un tesoro se tratase, aquella escopeta que nunca encontró y al oír la puerta abrir bruscamente miro a su padre con los ojos que nunca quizo ver.

Golpes, gritos, decepciones, llantos y lamentos. A pesar de la fuerte lluvia, se pudo escuchar cada golpe y grito de dolor, los vecinos cerraron sus ventanas intentando ignorar cada sonido que los hacia estremecer.

Era inútil.




"𝑌 𝑛𝑜 𝑡𝑒𝑛𝑔𝑜 𝑒𝑙 𝑣𝑎𝑙𝑜𝑟 𝑑𝑒 𝑑𝑒𝑠𝑐𝑟𝑖𝑏𝑖𝑟 𝑙𝑜𝑠 𝑔𝑟𝑖𝑡𝑜𝑠 𝑞𝑢𝑒 𝑒𝑠𝑐𝑢𝑐ℎ𝑒 𝑝𝑟𝑜𝑣𝑒𝑛𝑖𝑟 𝑑𝑒 𝑙𝑎 𝑐𝑎𝑠𝑎 𝑑𝑒 𝑎𝑞𝑢𝑒𝑙 𝑚𝑢𝑐ℎ𝑎𝑐ℎ𝑜, 𝑛𝑖 𝑑𝑒 𝑙𝑜𝑠 𝑔𝑜𝑙𝑝𝑒𝑠 𝑜 𝑣𝑖𝑑𝑟𝑖𝑜𝑠 𝑞𝑢𝑒 𝑟𝑒𝑐𝑖𝑏𝑖𝑚𝑜𝑠. 𝐸𝑛 𝑒𝑠𝑒 𝑚𝑜𝑚𝑒𝑛𝑡𝑜, 𝑛𝑜 𝑞𝑢𝑒𝑟𝑖́𝑎 𝑠𝑒𝑔𝑢𝑖𝑟 𝑒𝑠𝑐𝑢𝑐ℎ𝑎𝑛𝑑𝑜𝑙𝑜 𝑛𝑖 𝑠𝑒𝑛𝑡𝑖𝑟 𝑒𝑙 𝑠𝑒𝑛𝑡𝑖𝑚𝑖𝑒𝑛𝑡𝑜 𝑑𝑒 𝑛𝑜 𝑙𝑙𝑜𝑟𝑎𝑟 𝑝𝑜𝑟 𝑐𝑜́𝑚𝑜 𝑚𝑒 𝑡𝑜𝑟𝑡𝑢𝑟𝑎𝑟𝑜𝑛, 𝑠𝑖 𝑛𝑜 𝑝𝑜𝑟 𝑠𝑢𝑠 𝑔𝑟𝑖𝑡𝑜𝑠 𝑞𝑢𝑒 𝑝𝑜𝑑𝑖́𝑎 𝑒𝑠𝑐𝑢𝑐ℎ𝑎𝑟 𝑎𝑝𝑒𝑠𝑎𝑟 𝑑𝑒 𝑙𝑎 𝑑𝑖𝑠𝑡𝑎𝑛𝑐𝑖𝑎 𝑦 𝑓𝑢𝑒𝑟𝑡𝑒 𝑙𝑙𝑢𝑣𝑖𝑎

𝑃𝑒𝑟𝑜 𝑒𝑛 𝑒𝑠𝑒 𝑚𝑜𝑚𝑒𝑛𝑡𝑜, 𝑝𝑒𝑛𝑠𝑒́ 𝑒𝑛 𝑠𝑢 𝑚𝑖𝑟𝑎𝑑𝑎 𝑦 𝑐𝑜́𝑚𝑜 𝑓𝑢𝑒 𝑐𝑎𝑑𝑎 𝑠𝑒𝑔𝑢𝑛𝑑𝑜 𝑑𝑒 𝑒𝑠𝑒 𝑏𝑒𝑠𝑜, 𝑓𝑢𝑒 𝑒𝑥𝑞𝑢𝑖𝑠𝑖𝑡𝑜, 𝑐𝑜́𝑚𝑜 𝑐𝑢𝑎𝑙𝑞𝑢𝑖𝑒𝑟 𝑢́𝑙𝑡𝑖𝑚𝑜 𝑏𝑒𝑠𝑜 𝑙𝑜 ℎ𝑢𝑏𝑖𝑒𝑟𝑎 𝑠𝑖𝑑𝑜"

Cerró su libro.





Cómo ya se acerca el final, les voy a estar compartiendo contenido por tiktok que luzca lo más parecido a la historia.

User: entrelazados.taekook



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