Capítulo 1"L'incidente ": (El accidente)
"[Un incidente non segna solo il corpo, ma anche l'anima...]"
"[Un accidente no solo marca el cuerpo, sino también el alma ...]"
La lluvia golpeaba con furia los cristales del coche, como si miles de dedos fríos tratarán de arañar el parabrisas. La oscuridad se cernía sobre la carretera, densa e impenetrable.
De pronto, un relámpago iluminó el cielo, convirtiendo la noche en un día efímero. Un trueno estremecedor, un sonido que parecía romper el cielo en dos, ensordeció mis oídos. El coche se deslizó sobre el asfalto mojado, y yo sentí un vacío abismal en el estómago.La escena se llenó de un vértigo abrumador, como si la realidad se hubiera volteado de golpe. Sentí el impacto contra el árbol, el crujido del metal retorcido y el olor a madera quemada que invadía mi nariz.
El estallido fue tan intenso que me quedé momentáneamente cegada por el destello y el fulgor que lo acompañaban. Me sentía aturdida,
mis ojos luchaban por abrirse, la visión borrosa y la cabeza llena de un dolor punzante. Los restos de las luces del coche apagándose, el silbido de las sirenas en la distancia y el eco de las voces mezcladas con el viento, me arrastraban a un estado de confusión.Pude captar fragmentos de conversaciones:– Está bien, la ambulancia está en camino.–
Sin embargo, la información flotaba, sin encontrar un lugar claro en mi consciencia.
De repente, una voz resonó en mi mente diciendo:
-¡La estamos perdiendo!-Sentí un escalofrío recorrer mi cuerpo y una punzada de pánico que me dejó sin aliento; pero, antes de que pudiera procesar completamente esas palabras ,el mundo a mi alrededor comenzó a desvanecerse y sin más volvía a caer en un estado de inconsciencia, sin saber qué sucedería después o si llegaría a despertar nuevamente.
Tras ese momento de caos y confusión, cuando la oscuridad parecía abrazarme con fuerza, poco a poco fui recuperando la consciencia. Los sonidos a mi alrededor se volvían más nítidos: voces apresuradas, el chirriar de las sirenas, el repiquetear de la lluvia sobre el metal retorcido del coche accidentado.
Sentí como manos expertas me movían con cuidado, como voces desconocidas pero reconfortantes me susurraban palabras de aliento. Poco a poco, los fragmentos dispersos de información comenzaron a cobrar sentido en mi mente aturdida.
– ¡ Respira profundamente! ¡Estás a salvo ahora! – escuché decir a alguien cerca de mí.
Mis párpados pesados se abrieron con esfuerzo, revelando un escenario borroso pero familiar: luces parpadeantes, figuras moviéndose con precisión, el olor a lluvia y asfalto mojado impregnando el aire.
A medida que mi mente se despejaba, pude distinguir rostros preocupados mirándome con atención. Un paramédico se acercó con una linterna en mano, iluminando mis ojos en busca de reacción.
– ¿Puedes oírme? ¿Puedes mover los dedos? –preguntó con tono calmado y urgente.
Asentí débilmente, sintiendo el dolor punzante en cada fibra de mi ser. El ruido ensordecedor del impacto aún resonaba en mis oídos, pero ahora estaba rodeada de cuidado y profesionalismo.
Mientras la ambulancia se alejaba a toda velocidad por la carretera envuelta en la penumbra de la noche, una sensación de inquietud se apoderó de mí.
¡¿ Qué había provocado realmente el accidente? ¿Por qué esa voz en mi mente había pronunciado esas palabras perturbadoras: ¿¡La estamos perdiendo!?
Los recuerdos del choque se agolpaban en mi mente, fragmentos de imágenes y sonidos que se entrelazaban en un torbellino de emociones confusas:
¿ Había sido todo simplemente un accidente fortuito o había algo más oscuro acechando en las sombras de esa tormentosa noche ?
Al llegar al hospital, fui recibida por un equipo médico diligente y atento. Mientras me sometían a una serie de exámenes y procedimientos, una enfermera de mirada penetrante se detuvo junto a mi cama. Sus ojos parecían contener un secreto antiguo, una verdad oculta entre las sombras.
–Has pasado por algo extraordinario –susurró la enfermera con voz suave pero firme – Pero el camino que te espera aún es largo y lleno de incógnitas- continuó diciendo.
Sus palabras resonaron en mi interior como un eco lejano, despertando una intriga que se mezclaba con el dolor y la esperanza.
A medida que la noche avanzaba, una sensación de vulnerabilidad me invadió.
Mientras la luz artificial parpadeaba intermitentemente en la habitación del hospital, creando sombras danzantes en las paredes pálidas, el zumbido constante de las máquinas se mezclaba con el susurro del viento nocturno que se filtraba por la ventana entreabierta. Cada crujido de las sábanas al moverme resonaba en la quietud de la noche, rompiendo la calma sepulcral que envolvía la habitación.
El olor penetrante a desinfectante impregnaba el aire, recordándome constantemente mi entorno hospitalario. Sentía el frío de las sábanas bajo mis dedos temblorosos y la tensión en mis músculos entumecidos por la incertidumbre y la espera. En medio de esa sinfonía de sensaciones, me sumergí en un sueño intranquilo donde figuras fantasmales danzaban en paisajes oníricos, tejiendo un manto de misterio y nostalgia que me envolvía con su abrazo inquietante.
Y así , en lo profundo de la noche, la promesa de un nuevo amanecer se entretejía con la amenaza latente de un pasado que se resistía a ser olvidado.
Volví¡!
Qué piensan de este capítulo?
Un poco corto verdad?
Puessss...El próximo cap está muy cerca ❤️Nota: No olviden dejar su huella(voto) y su lindo comentario.
Sí, porque tal vez se marchan :-)(Sonríe)
Gracias por leer ❤️
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Doce Meses en la Niebla
Misteri / ThrillerUna noche, una única noche que transformó por completo mi existencia. En medio de la penumbra, solo los susurros del silencio y el frenético palpitar de mi corazón me acompañaban. Me enfrenté a la pregunta que resonaba en lo más profundo de mi ser:...