Capitulo 2

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JungKook

Goteo, goteo, goteo.

Rojo. El rojo es mi color favorito, especialmente cuando sale sangre de alguien que suplica por su vida. Mientras estoy aquí, mirando a este patético pedazo de mierda, llorando por su vida como un marica, siento una oleada de adrenalina y una oleada de poder. Ambas hacen que mi polla esté dura y desesperada por darle a alguien una buena paliza.

—Jungkook, por favor... por favor no hagas esto. Lo lamento. Estaba desesperado. No lo habría hecho si no lo estuviera. No me mates... por favor, te lo ruego.— dice sollozando con mocos goteando por su boca, mezclándose con la sangre de su nariz rota y su mejilla cortada. Nate era uno de mis guardias que trabajaba en nuestro club 20 de striptease, "Desire". Ha estado conmigo y con mi hermano durante años, y también trabajó ocasionalmente como guardaespaldas para nosotros cuando atendíamos algún negocio fuera de la ciudad. Imagina mi sorpresa de que el cabrón no sólo haya estado robándole a mis chicas en el club sino que también haya estado distribuyendo nuestras drogas en el sitio, pensando que no nos daríamos cuenta.
Por suerte, una de nuestras bailarinas lo delató después de verlo amenazar a uno de los novatos. Puede que estuviera desesperado, pero les pagamos bien a nuestros muchachos y debería haber acudido a nosotros si tenía problemas. La confianza y la lealtad son los códigos por los que vivimos mi hermano y yo. Lo respiramos. Mierda. Es la única emoción que sentimos, además de la ira.

Y estoy jodidamente furioso.

Pero es raro que participe en estos interrogatorios. Es mi hermano a quien le encantan los gritos y las suplicas. Personalmente, todo eso me da dolor de cabeza, pero disfruto las imágenes, la sangre, la vida que se desvanece de sus ojos cuando dan su último aliento. Es un puto subidón.

—Nate, Nate, Nate.— Doy un suspiro teatral mientras camino alrededor de la silla a la que está atado. Sólo lo he golpeado un poco con mis confiables nudilleras, no quiero quitarle la diversión a JaeHyun. JaeHyun es mi mejor amigo, además de mi hermanito y la persona más importante en mi vida; el único en quien confío. También se ocupa del lado más "físico" de nuestro trabajo, digamos que al loco cabrón le gusta hacer llorar y sangrar a los demás.

—Creo que ya hemos superado eso; ¿Crees que alguna disculpa te sacará de esto? Sabías las consecuencias cuando decidiste que estaba bien traicionarnos y robarnos, mierda, incluso lo has presenciado cuando les pasó a otras personas que trajimos a esta misma habitación. No creas que eres diferente.

Él gime y llora mientras yo me impaciento. Quiero llegar al club esta noche. Es raro que vaya a Starlight, pero necesito relajarme sin las zorras stripper de Desire tratando de frotarle el coño al jefe. Es cómico que estas putas piensen que me comprometería con una de ellas, yo, o mi hermano. Puede que juegue con una o dos de ellas, pero me aburro rapidamente con las mismas chicas. Creo que necesito encontrar un culo caliente. Ha pasado un tiempo desde que tonteé con una polla y, francamente, lo extraño. Los sollozos de Nate están alterando los planes que estoy haciendo en mi cabeza. Necesito salir de aquí.

—Bueno, ha sido un placer conocerte, Nate.— Me río entre dientes. —Pero no te preocupes, también podrás despedirte de Jaehyun. Estoy seguro de que bajará pronto para tener una última charla.

Salgo de la habitación sonriendo mientras Nate tiembla. No puedo creer que hayamos contratado a un tipo tan débil. ¿Qué pasó con tener algo de jodida dignidad y al menos pretender morir como un hombre?

Cuando llego a lo alto de las escaleras desde el sótano, al que nos gusta llamar nuestro "calabozo de detención", veo a Jae caminando por el pasillo hacia mí. Compartimos esta casa. Está en las afueras de la ciudad con mucha seguridad, privacidad y la ventaja adicional de que nadie escuchará los gritos. La hemos mantenido tradicional con los pisos de mármol, manteniendo la combinación de colores en un simple blanco y negro con toques ocasionales de rojo. Como digo, es mi color favorito y afortunadamente a Jae le importa una mierda la decoración.

AtrapadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora