Atrapado

Capitulo 9

Jin

Estoy agotado. No tengo idea de cuánto tiempo lleva fuera JungKook, pero siento que me va a dar un infarto. Estoy sudando, jadeando, mi trasero palpita, mi polla no ha bajado y su cabeza está enojada con un chorro de líquido preseminal corriendo por mi eje. Se siente como si me estuviera mirando, juzgándome. Me río para mis adentros. Estoy perdiendo la cabeza si creo que mi polla me está hablando. ¿Me drogó otra vez?

Ni siquiera sé qué hora es, ni qué día... ¿he perdido mi turno en el bar? Entonces recuerdo que es mi día libre.

Desde que pateé a Katie hasta la acera anoche, ni siquiera la tengo a ella para que se dé cuenta de que no he vuelto a casa, lo que significa que nadie vendrá a salvarme. Eso es jodidamente genial.

Dejo que mis pensamientos se alejen de mí y me doy cuenta de que Jungkook me ha abierto a un sueño húmedo que nunca supe que quería. Cuando lo conocí por primera vez en mi turno en Starlight, no podía apartar la mirada de él, estaba demasiado nervioso y confundido. Este chico alto y musculoso con piel profundamente bronceada, esos ojos intensos, una barba corta y de forma perfecta alrededor de los labios más carnosos que jamás haya visto en un chico, es el peligro personificado; irradia de él. Exuda confianza arrogante y todos los que tienen el corazón palpitante lo quieren o quieren ser él.

Un fuerte portazo rompe el silencio como si viniera de algún lugar, se abre una puerta y unos pasos pesados que casi corren aterrizan fuera del dormitorio. Mi ritmo cardíaco se acelera. Él está aquí. Sé que es él. Oh Dios, ¿me va a follar? Gimo ante el pensamiento. Estoy tan excitado y enojado que a mi polla claramente le encanta.

¿Quién dijo que la confusión era un problema?

La puerta del dormitorio se abre de golpe y allí está él, de pie, jadeando, mirándome como si fuera ese vaso de agua en el desierto. Mierda. Su labio se contrae en una curva salvaje, pero no estoy seguro si realmente va a devorarme en el sentido literal. Nadie antes tampoco se había deleitado conmigo con sus ojos. Internamente me estoy acicalando como la pequeña perra necesitada que claramente soy.

Se acerca a la cama y me mira fijamente, y sólo el rápido jadeo proveniente de ambos corta el silencio. Me retuerzo bajo sus ojos y el maldito tapón roza mi próstata, haciéndome gemir como la puta que dijo que sería para él.

Me golpea. No quiero una recompensa. Quiero que me castigue. Quiero que me use como funda para su pene. Quiero sentir su semen sobre mi piel. Quiero que corra por mis muslos después de que él me preñe. Quiero que gotee de mi barbilla después de que me meta la polla en la garganta hasta que no pueda respirar.

¿Quién diablos soy yo?

Se desnuda y me mira fijamente mientras se quita la camisa con un movimiento rápido y la tira al suelo. Retengo un gemido. Quiero morderle los pezones.

—¿Estás listo, mascota? ¿Tu agujero tiembla por mí? ¿Tu agujero necesitado quiere mi lengua? ¿O quieres que te meta el puño en el culo, bebé? — Él se ríe. —Sí, apuesto a que tu cuerpecito apretado me ha extrañado, ¿no? Mírate temblando, todo sudoroso y mojado por mí, mi hermosa mascota. Tal vez deberíamos conseguirte un collar y una correa para que puedas venir a trabajar conmigo.

Otra risa profunda sale de su garganta.

Maullo, joder, sí, eso suena sexy. Observo cómo se desnuda y mis caderas se levantan de la cama. He perdido el control.

Su cuerpo es tan musculoso, la profunda V en su ingle que quiero lamer está tan definida. Su pecho es completamente liso, lo cual me sorprende. ¿Se depila? A lo largo de ese pecho sin pelo hay un tatuaje de dragón con una fascinante cruz en el centro. Se quita los pantalones y mis ojos casi se ponen en blanco ante la falta de ropa interior. Oh, joder, su gruesa polla golpea sus abdominales, la longitud permite que la cabeza llegue hasta su ombligo. No puedo evitar salivar. Joder, ¿a qué sabe la polla?