Estaba terminando un smoothie que me tome por qué se me cerró la garganta de tanto comer panqueques, y mientras seguía tomando distraída en mi celular. Volteo a ver a Apolo y a Lola entrar por la puerta del patio que queda alado de la cocina justo donde yo estaba. Me quedé quieta como una piedra mientras conservaba disimuladamente como se acercaban a la puerta de la cocina para entrar a la casa. Escuché como Álvaro y Llanos corrían hacia ella a saludarla y me levanté para seguirles.
-hola chicos- dijo Lola emocionada.
-hola Lola es un placer conocerte, que alegría tenerte aquí- dijo Álvaro
<<Joder>>
Observé la chamarra que traía puesta. Era la chamarra de Apolo.
¿Pero por qué tendría su chamarra? ¿Acaso es un ligue nuevo de él?... <<Típico>>.
Digo no es que haga muy fresco afuera como para que le cediera la chaqueta.
Entonces recordé cuando le robaba esa chaqueta a Apolo. Me quedaba grande pero me hacía ver genial y lo que me relajaba un montón era su aroma a él. A masculino pero de una forma positiva, simplemente olía a él.
Pero tampoco es que me gustara Apolo... digamos que son celos de hermana. Normal ¿no?.
-¡Hola!- me dijo Lola.
Y no pude evitar sonreirle mientas me abrazaba con ella con cara de poco amigos. Pude ver que Apolo notó mi cara con un poco de dudas.
Lo miré de reojo. Y sonreí para no parecer tan dura.
-chicos qué alegría conocerlos espero saber más de ustedes y grabemos muchos videos- dijo poniendo sus dos manos sobre las espaldas de Alvarito y Llanos para guiarlos a la isla y conversar un poco con ellos.
Sin embargo yo me quedé ahí, quieta como una estatua con Apolo enfrente de mi.
-¿Y... que opinas? Dijo segundos después de un silencio incómodo.
-¿Sobre qué?- le dije relajada observando sus ojos marrones.
-¿Lola?- dijo con cara de confusión mirándome.
-Mola- dije.
-tu chaqueta le queda bien-.
-Mmm...si, pero no tanto como a ti- dijo con una leve sonrisa.
Se me subió el rojo a toda la cara.
Se supone que él no sabía que me ponía su chaqueta a escondidas.
-Igual que esa sudadera- señaló con los ojos la sudadera que me puse que le pertenecía.
-Ah... la encontré por ahí no sabía que era tuya- le dije tratando de disminuir el calor de mis mejillas con el viento que entraba por la ventana.
-Nunca dije que fuera mía- dijo antes de darme la espalda para ir con los chicos.
<<madre mía...>>
