6

680 90 50
                                    

Jimin 16 años

-Lo haremos de nuevo?- pregunta un castaño fornido acostado en la cama tapando su cuerpo desnudo mientras observa al pelirosa vestirse

-No lo creo, fuiste un asco en la cama, solo perdí mi tiempo-hablo tomando su mochila para salir de la habitación dejando al chico sorprendido por la respuesta, porque toda la noche el pelirosa se porto tímido y tierno, ahora parecía otro

Le tomo unos minutos al pelirosa llegar, antes de entrar se acomodo su uniforme y arreglo su cabello, antes de seguir recibió una llamada la cual contestó sin fijarse el nombre

-Diga?-

-No nos vemos hace una semana, cuando vamos a repe-

-Déjame de joder solo fue calentura en el baño si?-colgando la llamada suspiro para tranquilizarse

Estando listo entró al bar después de tener una mañana de largas "clases" por así decirlo

Sonriendo llegó a saludar a todas las personas del lugar con un beso en la mejilla hasta que se topo a su madre

-Hermosa mujer, llegue - sonriendo abraza a su madre siendo correspondido

Con sus delicadas manos toma un mechón del cabello pelirosa de su hijo

-Aque se debe el cambio? Si nunca me pediste permiso jovencito- fruncido el ceño siente a su hijo soltarse del abrazo para parase frente a ella

-Ay! Si aquí todos tienen el pelo pintado de distintos colores, me di cuenta que faltaba el rosa, y me lo pinte para que seamos una buena familia de payasos- explica jimin mientras camina con su madre hasta su habitación

Al ser ya adolescente su madre le dio la privacidad de darle unas de las habitaciones del lugar para él solo

-Payasos?- confundida ingresan a la habitación de su hijo para tener más privacidad

-Claro, solo los payasos se pintan el pelo de diferentes colores- cerrando su puerta se sienta en su cama observando que su madre hace lo mismo

- haber, no somos payasos, solo libres hijo, y ahora dime la verdad porque el cambio, porque se que no es por eso- cruzando los brazos espera a que su hijo hable

Nervioso el pelirosa fija su vista en los ojos de su madre

-Quiero trabajar, quiero trabajar aquí, como sujeto de compañía- responde sin bajar la mirada

Sorprendida la rubia mira a su hijo buscando algún signo de broma en sus palabras, pero lo único que encuentra es seriedad pura

-Hijo sabes que eres menor de edad no? Eres muy joven solo estas confundido, espera hacer legal por lo menos y ya vemos ahí por-sin poder terminar lo que iba decir es  interrumpida

-Madre, ya no soy virgen, y te lo digo, en las dos partes la perdí- asegura para después brincar del susto al sentir a su madre parase de la cama

-Eso, eso lo sé, pero eres joven, solo estás experimentado hijo, no necesitas trabajar, y te lo digo, por ahí te enamoras de alguno de los clientes, eres joven te ilusionarias rapido, sabes que solo vienen por placer y, y,- explica la rubia dando vueltas y vueltas por la habitación

Mal Santo (kookmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora