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En horas de la mañana un asustado jimin se levantó de la cama cuando sintió que durmio demasiado

-Las once! Porqué me dejaron dormir?-

Mirando su celular los miles de mensajes de su madre preocupada porque no volvió anoche y de algunos clientes preguntando por él

-No puede ser !!!- gritaba el pelirosa agarrando su cabellos por estar todavía en la mansión cuando su horario de trabajo había terminado

-Así gritas en las mañanas?-

Una voz suave hizo a jimin brincar en la cama donde esta sentado, mirando asi al señor jeon acostado en el suelo usando al león de almohada y en sus manos leyendo un libro

Avergonzado el pelirosa se levantó de la cama para caminar y pararce frente a su cliente haciendo una reverencia

-Disculpeme señor, es solo que nunca me he quedado tanta horas con el cliente, y no, no soy griton solo estaba-

-no es necesario tanta reverencia, solo acuéstate en la cama, lisa te traerá el desayuno, y eso que ya debe ser almuerzo- sin apartar la vista de su libro le ordenó

-Estoy bien así puedo irme no es necesario que-

-Estoy pagando cada segundo-

Cerrando la boca jimin obedientemente regreso al cama y se acostó pero ahora mirando su celular, pero algo sonó alerta en su cabeza que hizo que se sentará en la cama de golpe

-Como sabe mi nombre?!? Le escuché llamarme así en la cama!-

-Tengo que saber con quien me estoy metiendo, no te preocupes, solo se tu nombre y edad, lo demás es personal tuyo-

Sonrojado volvió como estaba sin querer mirar a su cliente, en todo el proceso que hablo se dio cuenta que nunca levantó la voz, más bien el griton era él

-Perdon-

-Deja de disculparte, no hiciste nada mal- murmurando lo último se escucho como el libro que tenia en la mano cayó al piso

Por lo curioso que era levantó la cabeza para mirar desde su posición como el pelinegro cayó dormido dándole en el rostro el brillo que salía de la ventana

Saliendo de cama con pasos silenciosos se acerco al hombre mirando su rostro calmado y piel brillante por la luz solar de la ventana

Se sentó en el suelo cerca a unos centímetros sin miedo al león que yase igual dormido extendiendo su mano a la mejilla del pelinegro acariciando

-Eres hermoso- susurro para no ser escuchado no podía apartar su mirada

Esa noche fue tan mágica, ninguno de los hombres con los que estuvo lo dejó así de mal, no sabía que podía llegar a sentir tanto placer con un disque principiante

No se dio cuenta que se acerca más al rostro del hombre tentado por lo labios rojos queriendo probar de nuevo ese exquisito sabor

-Solo un poco más- con delicadeza acortó la poca distancia que tenia pegando sus labios con delicadeza para no despertarlo

-Eso se llama violacion-

Se separo rápido de los labios ajenos ahora mirando hacia atrás a la rubia entrar a la habitación con una bandeja de comida

-No le digas- separándose se levanto del suelo para volver a la cama mirando a la rubia amenazante

-Que? Que te estabas comiendo sus labios mientras dormía?-

Burlándose la rubia dejo la charola en la mesita de noche

-siéntete bien, te pondré esta mesita-

Mal Santo (kookmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora