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-Que hago contigo?- Dijo el pelirosa mirando al león frente suyo sentado

Acomodándose en la cama se sienta como indio para observar la habitación negra

-No hay mucho, solo es una cama en medio de la gran habitación y apuesto que ese es el baño-

Jimin no quería verse asustado, además el león no había hecho nada, así que no tiene motivos

-Si me come, fue una gran vida-

Dejando su miedo de lado se levanto de la cama para dar un paso y después mirar al león por si se alteraba

Y no paso nada

-Bien, puede que la rubia tenga razón al decir que eres mancito-

Ahora sin tanto miedo camino hacia el baño para poder conocer un poco la habitación, encontrado así una gran tina con un enorme espejo, todo blanco y oliendo a

-Mmm... aquí huele a Sandia, en la habitación huele a frutilla, en la sala olía a todo tipo de fruta y el jardín olía a durazno-

Empezó a enumerar el pelirosa recordando todos lo olores frutales que sintió y olió en esa casa, para retirarse después del baño y observar la gran habitación

Cosa que no era mucho, porque prácticamente está vacía, si no fuera por la cama y un pequeño closet

-Que aburrido, y se supone que debo estar aquí una hora?-ahora su mirada fue dirigida al león acostado en el piso que nunca lo dejó de observar

-Porque te pusieron pinki?- acercándose un poco empezó a hablarle al león como si lo entendiera

-Ese no es nombre de hembra? Tu acaso no eres macho? Haber déjame ver-

Perdiendo en totalidad su miedo se acerco tanto, que ahora estaba a unos cinco centímetros cerca y bajar su mirada al cuerpo del animal para ver más abajo

-Haber no veo nada, date vuelta, acuéstate de espalda, no tengo nada que hacer- ordenó el pelirosa pensando que el animal no le haría caso

Pero quedo sorprendido cuando el león hizo lo que pidió mostrando ahora todo su estómago

-Uuuy buen gato enorme- mostrando una sonrisa ahora si miro bien

-Tienes bolas!!eres un machote, menuda mierda que tu dueño te haya puesto ese ridículo nombre- estando tan cerca no pudo evitar las ganas de tocar esa gran melena que su cuerpo actuó sólo

Inconscientemente su mano fue a la melena rubia para después acariciarla con delicadeza

-Que sueve, incluso mejor que mi cabello!- sorprendido por la suavidad siguió haciendo masaje consiguiendo que pinki ronroneara

-Ay!!! Que lindo- sentando todo su cuerpo en suelo rodeó con sus brazos la cabeza del gran león y lo abrazo fuerte dejando pequeñas caricias

-hermoso, suave, apachurable!!- dejando salir un mini grito de emocion oculto su rostro en la melena del animal sin dejar de abrazarlo

Así pasaron los minutos donde jimin se dedico a jugar y acariciar a pinki dejando todo el miedo que tuvo al inicio



















































Pasando la hora

-Tu igual hueles bien pinki tienes un aroma a...-

Hubiera seguido alagando al león pero fue interrumpido porque la puerta de la habitación fue abierta con tanta delicadeza que si no tuviera buen sentido auditivo no hubiera escuchado

Mal Santo (kookmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora