Family ||Era Merodeadores||

4. Mis niños...

Me desperté sobresaltada, sin saber donde podía estar, pero vi a Marlene dormida en uno de los sillones que había. No sabía exactamente cuanto tiempo había pasado y lo único que quería hacer era ver a mis niños. 

Los cuales no tuve la oportunidad de ver por culpa de mis padres. 

Me levanté como pude y salí de ahí aturdida, sin importarme lo que llevaba encima, que solo era una bata y obviamente mi ropa interior. 

Caminé por los pasillos, con un solo objetivo. 

A lo lejos pude ver a Remus y a Mary, cada uno con un niño de un año en brazos...

Harry y Charlus.

Dejé caer algunas lágrimas tapándome la boca con la mano para no emitir ningún sonido.  Los niños eran de James y míos.

Eran mis niños, y yo ya recordaba todo. Yo los tuve y me arrebataron de ellos. 

¿Cómo pudieron mis padres hacerme algo así? ¿Qué mal les había hecho para que tuvieran que apartarme de mí niños? Me apartaron de James, el cual sabían que amaba con toda mi alma y me arrebataron la vida que pude tener con los niños y él, porque si yo hubiera estado ahí, estaba segura de que todo sería diferente.

El primero en darse cuenta fue Charlus que me regaló una pequeña sonrisa. 

Mary se dio cuenta de eso y levantó la mirada hacia mí sorprendida. Eso logró que no pasara desapercibido por Remus que también me miró de la misma manera.

—Leah...

—Deberías estar en la cama mujer —le interrumpió Mary acercándose a mí preocupada.

—Estoy bien —miré a los niños sin dejar de llorar—. Son mis niños...

Ellos asintieron con una pequeña sonrisa.

—Pensamos que sería una buena idea traértelos para que pudieran ayudarte —habló Remus sin dejar su sonrisa mientras se acercaba con Harry, que me miraba con una pequeña sonrisa.

—¿Puedo coger a alguno? —susurré y Remus se acercó a un más dándome a Harry que lo primero que hizo fue abrazarme como pudo. Pensé que lloraría, pero no lo hizo y eso me hizo sentir de increíble.

—James nunca dejó de hablarles de ti, a pesar de ser muy pequeños, él no quería que ellos no supieran, pero bueno, con un año tal vez no entiendan la mayoría de las cosas —asentí abrazando a Harry y miré a Charlus.

Mary sonrió y me lo dio con cuidado. Ahora los dos me estaban abrazando y yo era la persona más afortunada del mundo.

James les había hablado de mí y ahora a mí me tocaba hablarles del maravilloso padre que tuvieron. 

No era justo. 

Debíamos estar los dos juntos con nuestros pequeños.

Rompí en llanto, en silencio. 

James no estaba vivo y yo llegué tarde.

—James te amaba Leah y no creas que no intentó luchar por ti, pero empezaron los problemas y tuvo que protegerlos. Él sabía que tarde o temprano aparecerías y rezaba todo el tiempo para que nada malo te pasara, porque sabía que si las cosas iban de esta manera, él haría lo que fuera por los niños y decidió sacrificarse por ellos y ahora tú estás aquí. Era lo que más quería él, así que me alegra tenerte de vuelta Leah —susurró él con lágrimas en los ojos.

—No es justo —murmuré y él negó.

Mary nos miraba con lágrimas en los ojos.

Ella con cuidado tomó a los niños en brazos y Remus me abrazó, al igual que yo lo hice y los dos no dejamos de llorar.