2. Todo irá bien mis niños

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No sé cuanto tiempo estuve abrazando el cuerpo de James, pero sentí como Sirius tiraba de mí delicadamente, yo no quería eso, quería estar con James hasta que despertara. No podía dejarlo.

Él debía despertar, no podía dejarme sola después de todo.

—Por favor no —Sirius ni siquiera me hizo caso porque me dio la vuelta para abrazarme con todas sus fuerzas. 

—Pienso ocuparme de esto Leah, pero necesito que vayas con Harry, eres lo único que le queda —susurró él y me aparté un poco para verle.

—¿Qué hay de ti? —Sirius sonrió y me dio un beso en la frente.

—Yo estaré bien, James dejó una carta y debes leerla cuando estés lista, no hace falta que lo hagas ahora, solo procura cuidar a Harry y de Charlus Leah, porque después de todo esto, eres la única esperanza de que puedan tener una buena vida, no dejes que se los lleven con la familia de Lily —asentí—. Te quiero mucho Leah, no dejes que te vuelva a hacer daño y no dejes que te manipulen. Perdónanos a todos por todo lo que paso y perdona a James, porque todo lo que hizo fue para protegerte y proteger a Harry y a Charlus —¿a qué se refería? Estaba demasiado confundida y un dolor de cabeza demasiado fuerte me invadió.

—Sirius... —él me regaló una pequeña sonrisa.

—Remus te contará todo y prométeme que lo harás —¿hacer él qué?

—¿El que Sirius? 

—Solo prométeme que los cuidaras —asentí aturdida por todo esto y antes de que pudiera preguntarle algo, él bajó las escaleras rápidamente y desapareció de ahí.

Miré el cadáver de James y por mucho que intentara aguantar las lágrimas era algo demasiado imposible.

—¿Siempre juntos? —le susurré, los dos nos encontrábamos en el lago sentados viendo el agua.

—Siempre amor, no vas a librarte de mí tan fácilmente pelirroja —le miré con una pequeña sonrisa.

—Eres un idiota, ¿lo sabías? —él rio tirando de mí para sentarme en sus piernas y abrazarme por la cintura, enredé mis manos en su cuello jugando con su pelo. 

Solo quería que todo esto siguiera así, y sabía que aún nos quedaba un año, pero no quería que acabara, porque sabía que las cosas cambiarían una vez que saliéramos de Hogwarts.

—Gracias amor, me lo sueles decir mucho, ¿pero sabes una cosa? No importa porque sé que me amas así —sonreí y asentí.

Obvio que quería a James sin importar nada. Aunque a veces era demasiado idiota, seguía queriéndolo. Le quería tal y como era, y no necesitaba que cambiara por mí, quería que lo hiciera por él. 

De todas formas yo seguiría estando orgullosa de él.

—Quiero casarme contigo, ¿lo sabes? —me miró colocando delicadamente un mechón de pelo detrás de mi oreja.

—Lo sé, me lo dijiste en nuestra primera cita y que sepas que mi respuesta en ese momento no ha cambiado.

—¿Entonces si te pido matrimonio en este momento dirás que sí? —noté diversión en su voz, aunque sabía qué era capaz de pedirme matrimonio en este momento.

—Sí, pero ni se te ocurra hacerlo —los dos reímos y le abracé con todas mis fuerzas.

—Voy a estar a tu lado siempre, sin importar nada Leah, mientras yo viva siempre me tendrás ahí para apoyarte en todo y para amarte con toda mi alma —le escuché susurrar.

Family ||Era Merodeadores||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora