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-- Principe meliodas, esta seguro de-. No pudo terminar de articular lo que estaba por decir cuando este le callo con un sonido echo por sus labios-.

-- Shhh, nos encontraran.

Que es esto? Acaso estoy con el capitan? Pero no lo recuerdo, esto se parece a la britania de hace 3000 años. ¿Pero por qué estoy con el, acaso conoci al meliodas de hace 3000 años? ¿Porque de repente siento este dolor en mi pecho y este odio?

Muchas preguntas como esas inundaron mi cabeza haciendome salir de esos vagos recuerdos para darme cuenta de que acababa de despertar. No estaba en mi habitacion, esta era diferente.

Me levante de la cama, ya no llevaba mi ropa, en cambio llevaba una bata que parecia de abuela, empece a caminar hasta llegar a unas escaleras y empezar a bajarlas, a medida que bajaba, escuchaba voces.

-- Señor meliodas, cree que la señorita eris, acceda a ayudarnos? .-en el instante que escuche su voz mis oidos ardieron-.

-- mmh, la verdad no lo se, ella es demasiado impredesible. -.dijo el rubio restandole importancia.- oh, ya despertaste

Dijo y mis antiguos compañeros voltearon a verme, al menos los que se encontraban aqui.

-- ¿Que me paso? .- me acerque a una de las mesas al lado del zorro quien acaricio mi cabeza en forma de saludo -.

En respuesta a eso le dedique una sonrisa bastante calida, ban y yo siempre hemos sido demasiado unidos, una vez hicimos un viaje juntos como amigos al bosque de el rey hada y algunas aldeas, el me conto sobre elaine y practicamente somos como hermanos.

-- Tu colapsaste despues de casi matar a las dos caballeros sacros que te atacaron, y te trajimos a la taberna.

-- Y estos trapos que traigo puestos? .-alce una ceja, lo que menos me molestaba era la ropa, queria saber quien me habia desvestido-.

-- No te preocupes, la princesa fue quien te vistio. .-dijo el peliceleste.-

-- Princesa? .-cuestione-.

-- Ah, disculpe mis modales señorita eris. Soy elizabeth la tercer princesa de liones, y estoy en busca de los ocho pecados capitales para liberar al reino de los caballeros sacros, usted podria por favor brindarnos su poder para salvar al reino?.

-- No. .-hice una pausa bastante larga para observar sus caras-. A menos que sea un orden directa de' mi capitan '

-- En ese caso.-hablo esta ves el rubio-. Es una orden, Eris.

Y aqui me encontraba yo, viajando junto a mis compañeros y esa insoportable princesa, me sentia culpable por sentirme asi con ella a pesar de no conocerla y que ella habia sido amable, pero simplemente sentia rencor.

-- ¿Pretendes que use estos trapos? Pero si apenas y cubren mi trasero! .-reclame al verme con el supuesto uniforme de la taberna-.

En respuesta, el rubio coloco su cara entre los pechos de la peli gris para "examinar el uniforme" a lo cual se llevo un gran departe de ella.

-- Idiota, no hagas eso en publico! .-tenia un ligero sonrojo en su rostro pero su ceño estaba fruncido-.

-- ¿¡Que?! Entonces... que tipo de relacion tienen tu y el capitan, eris? .-pregunto el hada sorprendido-.

-- Ahora que lo pienso, nunca preguntamos eso. .-dijo diana desde afuera de la taberna-.

Un silencio inundo la sala hasta que meliodas lo rompio colocandose a un lado de la chica y empezar a masajear uno de sus pechos

-- Romantica, obvio .-dijo mientras seguia con la accion, luego tomo la mano de la chica haciendo que esta tocara su pecho-. Somos amigos con derechos.

-- Ay, ya quisieras! .- respondio la peli gris dandole otro zape dejandole varios chichones en la cabeza -.

Todos los veian con ojos de diversion, algunos hasta pensaban que eran bonita pareja, pero la princesa elizabeth no estaba nada contenta con la accion.

𝒢𝒾𝓁𝒹ℯ𝒹 𝓁𝒾𝓁𝓎 | ⁿᵃⁿᵃᵗˢᵘ ⁿᵒ ᵗᵃⁱᶻᵃⁱ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora