Streaming 1 ( Loancoln)

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Una larga jornada que abarco un par de semanas finalmente estaba por completarse, el hombre guio el ratón del computador y presiono un botón activando la función de cargar, con ello los archivos en los que estuvo trabajando fueron subidos al servidor de la editorial. Suspiro aliviado de que nada fallara en la transferencia de información, a pesar de que estaba con unos cuantos días de ventaja lo que menos necesitaba era un problema acercándose la fecha de entrega

Terminado el asunto se levantó del asiento e hizo algunos movimientos para estirar los huesos, recordó que mañana debía asistir a una reunión con otros guionistas para discutir los puntos del siguiente evento Crossover con varios personajes, ser dibujante y a la vez guionista era un trabajo a veces pesado pero así lograba una mejor calidad en el producto final y obtenía más dinero, de hecho, paso por su mente la posibilidad de cooperar con otra entrega durante los de días que ahora tendría libres, el dinero extra nunca estaba demás, a pesar que raras veces lo gastaba en sí mismo, todo estaba destinado a sus hijas, o a las madres de las mismas para apoyar con los gastos

Los estiramientos concluyeron y aunque de la idea de pedir más trabajo todavía cruzaba su mente decidió que antes saciaría la sed, tal vez aun quedaría un poco del jugo que su hija Liena preparo en la mañana cuando entre ambos hicieron el desayuno para todos, en caso de no haber podía tomar un gran vaso de agua fría. Salió de su habitación para ir a la cocina y se detuvo justo frente a una puerta que usualmente permanecía cerrada, toco un par de veces y al no recibir respuesta el buen humor que tenía hace unos instantes fue reemplazado por preocupación, misma que le hizo descender el resto del camino con un mal semblante en la frente

Quería entrar pero no tenía la llave para abrir esa cerradura, por respeto a la mujer que vivía dentro le cedió todas las copias pero esa promesa lo estaba comiendo por dentro recientemente, sentía que un día no aguantaría y la derribaría la puerta a patadas, no en vano otra de sus hijas, Laika, le había ayudado a recuperar una buena condición física así que estaba seguro de poder hacerlo... aunque le tomaría un par de intentos, el problema es que eso implicaba ganarse el desprecio de absoluto de Loan, su primer hija, aquella a la cual le había fallado mucho más que al resto

No quería recibir su odio pero temía que estuviera implicada en algo peligroso, ella respondía los mensajes de texto pero estos casi parecían automáticos y él sabía que Loan tenía conocimiento para crear una aplicación que hiciera tales cosas, las video-llamadas resultaban cortas porque apenas obtenía respuestas básicas y siempre surgía algo que la excusaba de cortarlas, así que la tecnología no estaba de su lado. La preocupación en su cabeza era tal que el residuo sobreviviente del jugo le pareció insípido, el mismo que durante esa mañana había saboreado con tanto gusto, solo el ruido de la puerta lo saco de ese umbral de dudas y sacudió la cabeza para normalizar su expresión facial, ninguna de sus hijas, o hijos, debía verlo en ese estado aunque se le hizo extraño que alguno hubiera regresado a esa hora.

Salió antes de lo usual gracias a un absurdo proyecto grupal que ella y un par de sus compañeras finalizaron con tiempo de sobra, claro que esto por sí solo no era suficiente y por ello presiono al maestro con las palabras correctas, tras sugerir que sabotearía otros proyectos fue enviada al aula de castigos justo como estaba en sus planes ya que sabía cómo comprar al profesor a cargo

Una maldita caja de cigarros normales de buena marca, puesto que los electrónicos eran para maricas según aquel sujeto, y fue libre para hacer lo que quisiera, algunos elegían quedarse allí escuchando música, jugando con video-juegos portátiles o durmiendo, en esta ocasión prefirió irse al no tener más clases pendientes, tuvo que prometer discreción para que no le jodieran la vida al encargado y accedió sin problema ya que eso se le daba fácil, no en vano era la hija de una mujer cuya presencia podía ser tan baja que incluso teniéndola a un metro al lado tuyo no la sentirías hasta escuchar su voz

La bóvedaWhere stories live. Discover now