la bóveda original

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Centro comercial de Royal Woods

Mediados de la tarde, la mayoría de jóvenes estaban dando sus últimas horas de clase o ya habían salido, algo similar con los trabajadores en sus descansos para almorzar, siendo una de las horas con mayor flujo de personas, y a pesar de la multitud una persona resaltaba conforme avanzaba por los pasillos

Una mujer de cabello castaño, usaba un vestido de tonos amarillos que a duras penas le llegaba a la altura de los muslos y se detenía al inicio del busto, ella portaba una chaqueta negra que se encontraba abierta, botas negras, lentes de sol encima de su cabeza y unos ojos esmeralda de miranda cautivadora, pero aún con todo. El atuendo afinaba aún más sus curvas naturales, un busto de buen tamaño, pero que aun así palidecía ante su mayor atractivo, sus muslos y caderas que se mantenían en el área ideal, grandes sin llegar al exceso.

Hombres y mujeres casi por igual desviaron la mirada hacia ella al verla pasar, aunque los hombres se quedaban observando por más tiempo de manera casi instintiva, deteniéndose cuando ella se perdía de vista o si recibían algún codazo de parejas enojadas y visiblemente celosas. Todo esto ella lo sabía, lo provocaba y lo disfrutaba

Belle Winchester, una mujer de 25 años que aún estaba al tope de su belleza física, viviendo lo que ella consideraba su mejor momento, ya había terminado la carrera universitaria y su padre, un condecorado Marine muy estricto, estaba tan orgulloso de ella que le pagó la mayor parte de su deuda universitaria

Gracias a eso Belle se pudo tomar las cosas con calma en la búsqueda de un trabajo relacionado a su campo, mientras tanto, ella logró que la aceptaran como vendedora en la mejor tienda de ropa que pudo encontrar, con su carisma y belleza lograba buenas ventas con facilidad, acumulando pequeñas tarifas por comisiones que le servían para un pago extra o como descuento en alguna de las prendas del local

Ese mismo carisma le ayudó a llevarse bien con la mayoría de compañeros en el local, excepto un par que parecían querer juzgarla por su actitud, pero ella los ignoraba y seguía a lo suyo

Ella era propensa al chisme y escándalo, considerándolo un entretenimiento casual que podría llevarla a algo más interesante, debido a eso Belle siempre estaba al tanto de las redes sociales de sus amigas, viendo los estados temporales supo que una de ellas, que también trabajaba en el local de ropa, había roto con su novio el día de ayer, fue por eso que Belle se desvió un poco del camino para comprar un bote de helado, lista para ser el oído atento cuando la joven y usualmente alegre Leni Loud necesitara desahogar sus frustraciones

Era lo mínimo que ella podía hacer por una amiga, y más importante aún, eso le daría información jugosa, el ex era de la misma edad que Leni y un deportista de buen físico, Belle había sentido ganas de darle una probada desde Leni compartió fotos de ambos juntos, y ahora no habría dramas si ella lo montaba un rato, pero, primero debía asegurarse que la experiencia no iba a resultar en otra decepción, por eso, ella soltaría alguna pregunta sutil para que su amiga le diera datos muy jugosos. Ese truco ya le había funcionado antes en la universidad, y como Leni no era la luz más brillante del lugar todo debía ser incluso más fácil

Belle ingreso al local y pregunto por Leni, pero su amiga aún no había llegado así que ella guardó el helado en una nevera dentro de una pequeña habitación que servía como sala de descanso para el personal, muy poco usada ya que la mayoría eran vendedores y todos querían acumular una buena cantidad de comisiones para el pago extra

Ella se colocó una etiqueta para identificarla como trabajadora, usualmente las hacían vestir algo similar a un uniforme, pero su alto historial de ventas le valió un permiso para no tener que usarlo, salió del cuarto y casi al instante ya tenía clientes por atender, posiblemente algunos de los que se quedaron mirándola embobados y buscaban alguna tonta excusa para hablar con ella, por fortuna, uno de los que ingresaron tenía tarjeta de crédito y ella lo convenció de comprar varias prendas que le darían una mejor imagen, no la suficiente como para que ella respondiera al evidente coqueteo, pero si era una mejora notoria que mantendría su reputación como buena vendedora

La bóvedaWhere stories live. Discover now