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Capítulo 3.
—Son mis mejores amigos —se les borró la sonrisa a los dos. Baji podía jurar que escuchó a Kazutora gruñir y él estaba a nada de hacer lo mismo.
—S-seguro, andando.
Decir que aquello no le había dolido sería una mentira. Tanto Baji como Hanemiya estaban algo...sorprendidos por aquel comentario, sin embargo, Chifuyu parecía no notarlo o no quería hacerlo. Lo entendían, en ese momento el omega estaba pasando por cosas muy fuertes y un novio no es algo que quiera en ese momento, ni siquiera ellos mismos sabían que al otro le gustaba Chifuyu.
Sólo era cuestión de tiempo para que se dieran cuenta.
—Lamento haber salido sin permiso madre.
—A la otra avísame Chifuyu, estaba muy preocupada por ti.
—Lo sentimos señora Matsuno, sacamos a Chifuyu de su casa sin permiso, no volverá a pasar.
—Está bien chicos, sólo a la otra que salgan avísenme a donde van, ¿sí?
—¡Sí señora!
—Bueno, Chifuyu ahora tiene qué dormir. Los dejo que se despidan, nos vemos luego chicos. —la madre de Chifuyu los deja a solas con la puerta semi abierta.
—Nos vemos mañana chicos o cuando ustedes puedan —se despide el menor.
—Claro, nos vemos luego —dice Kazutora.
—Que descanses Chifuyu —le dice Baji despidiéndose con la mano.
—Igualmente.
El menor se mete a su casa y cierra la puerta. De camino a la casa de Manjiro ninguno de los dos alfas dijo alguna palabra.
Cuando llegaron la cena ya estaba servida, todos estaban riendo al ver la tonta manera en la que Mikey intentaba acercarse más a Takemichi y este se alejaba de él con miedo. Ni siquiera Sanzu era tan aterrador como Manjiro.
—Shini —Baji se acerca a él — ¿Puedo hablar contigo acerca de algo?
El omega mayor lo mira confundido, pero al final asiente y los dos entran a la casa.
—Déjame adivinar, ¿tiene que ver con Chifuyu? —Pregunta primero el mayor y Baji asiente —. Lo sabía, bueno Baji, para cortejar a un omega debes esperar al menos a que Chifuyu cumpla quince, aún es muy pequeño y lo puedes asustar.
—¡Ah! No quiero cortejar a Chifuyu...aún. No se trata de eso Shin, es otra cosa más fuerte —la puerta se abre y Kazutora ingresa, viendo a los dos con sorpresa.
—Aquí están, te estaba buscando Shin.
—Vaya, estoy muy solicitado el día de hoy —bromea el omega.
