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2024

Karina se sentía ansiosa, todo de ella temblaba. Estando ahí, recostada en la típica silla metálica de edificio empresarial, agradeció al menos encontrarse sentada. Imaginaba que de no estarlo se caería en cualquier momento. ¿Por qué era que había aceptado venir? Ah, sí, era una importante entrevista de trabajo, por primera vez desde la graduación. Por fin, a sus 24 años iba a ejercer su profesión legalmente. Era por eso, sí, ya recordaba.

Se había graduado de la universidad 3 meses atrás. Por supuesto que antes de eso había tenido trabajos, solo que la mayoría habían sido desde casa, desde la comodidad de su alcoba, en el departamento que había rentado en las residencias universitarias, con 2 jóvenes más con las que casi nunca convivió, lo cual agradecía internamente, estaba demasiado ocupada estudiando y realizando diseños en su cuarto, que no le quedó tiempo de compartir. De todas formas, siempre le parecieron chicas agradables, tranquilas y calladas, dos hermanas, Claire y Coco, desde su segundo año fueron sus roomies. No podía quejarse de nada, más bien a veces se cuestionaba si la mala roomie era ella.

Ganaba suficiente dinero con sus diseños como para pagarse la residencia. La habían becado, pues se graduó de la secundaria con honores en todas las áreas, fue una estudiante ejemplar, la señorita 'saco A, muchas As', aplicada e inteligente. No le hizo falta pagarse los estudios universitarios, ofrecieron al menos dos pares de ofertas el día de su graduación, pero solo escogió decidiendo qué diseño de folleto le gustaba más, y fue como el MICA 'Maryland Institute College of Art' fue seleccionado. Le gustaban los colores y el diseño de la página. Sí, así había escogido su fuente de formación. Con esa cantidad de seriedad se tomaba el diseño. Esa es la historia de como terminó mudándose a Maryland, a 28 millas de su casa, viviendo sin sus padres por primera vez en sus 19 años de vida. Fue difícil, en especial el primer año, no podía evitarlo y todos los fines de semana viajaba en auto a verlos, se iba los viernes al salir de la universidad, y volvía a Maryland el domingo por la noche, para prepararse para una nueva semana estudiantil. Las vacaciones las pasaba en un campamento deportivo al que siempre asistía como voluntaria, la paga era buena y eran ambientes que disfrutaba de sobremanera: naturaleza, deportes y soledad. Tenía su propia cabaña y Wi-Fi. Lo aprovechaba para realizar diseños en su portátil, y estudiar.

Su otra motivación más allá de su carrera y su récord perfecto, era mantener una vida saludable y atlética, por lo que cualquier actividad que conllevara esfuerzo físico la motivaba, era su debilidad, no podía negarse. Razón por la cual seguía yendo al campamento de verano. Esa fue su rutina por casi 4 años. Estudiar, visitar a sus padres, ir al campamento, repetir.

Aunque ya habían pasado 3 meses y algo más desde que recibió su título profesional de Diseño, y ahora había aplicado para ser la nueva editora de la revista de moda y deporte 'The Insider' -la revista más importante en todo Washington- y ahora estaba en el edificio de Madison Lee, la dueña y creadora de The Insider, todavía no lo podía creer. Claro que era un sueño hecho realidad, por eso se hallaba tan nerviosa. Pero es que, ¿cómo ella había terminado allí? Justamente en el trabajo de sus sueños... Si bien se estaba adelantando -pues aún no le daban el trabajo- sentía que todo saldría bien. "Te lo darán, Rina, tú sabes que te lo darán, cumples con todas las expectativas y ya han aprobado tu portafolio de presentación. Tan solo quieren verte de frente." Necesitaba susurrarse esas cosas para combatir los nervios. Creía que aceptar que ya era suyo el trabajo haría la entrevista un poco más fácil. Creía en el destino, y sentía que si estaba ahí sentada era por un propósito positivo. Le gustaría admitir que funcionaba un poco, al menos ya no se sentía temblorosa.

"Karina Yu, favor de presentarse en la oficina de la Sra. Lee. Karina Yu, favor de presentarse en la oficina de la Sra. Lee." Un intercomunicador emitiendo una solicitud a su nombre alteró sus nervios nuevamente. "Pase por la recepción para entregarle su llave de acceso." Volvieron a hablar por el altavoz y se emocionó con lo que había escuchado. Le entregarían la llave de acceso a las instalaciones del edificio. Estaba a un paso de alcanzarlo. Se levantó, miró a ambos lados, como si fuera a cruzar la calle, yendo a la izquierda, pues allí quedaba la recepción. La chica que aparentemente la había llamado por los altavoces era la que le daría la llave. Le ofreció una sonrisa amable que Karina devolvió de manera inmediata.

It Was Always You (Winrina)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora