It Was Always You (Winrina)

two

2017

En comparación al inicio del semestre anterior, y el gran valde de agua fría que la pelinegra se llevó con la asignación de sus compañeros de clases, el curso siguiente, y el último en su formación académica de la secundaria iba de maravilla. A unos cuantos días del final del segundo trimestre la vida le sonreía y ella le sonreía devuelta.

Juntarse con Winter Kim por accidente resultó ser un acceso a una dinámica que para variar disfrutaba. Pues gracias a ello conoció un estilo de vida que jamás se imaginó. Comenzó a salir, era invitada a fiestas y para su sorpresa, disfrutaba de aquello. Nunca se había dado la oportunidad de hacerlo y estaba agradecida del momento para vivirlo. El novio de Winter, Mark, tras esa fachada del chico deportista y superficial era un chico amable y gracioso que le tomó cariño a la pelinegra enseguida, tenían más cosas en común de lo que Karina pensaba y como si no fuera suficiente, le presentó una chica, Kim Yerim, con la que Karina conectó de inmediato, se gustaron y comenzaron a salir durante el verano pasado. El problema entre la relación de Karina y Yerim era que la chica, al ser un año mayor que ella, ya se había graduado de la secundaria, y vivía al otro lado del país, pues se había mudado para ingresar a la universidad. Se veían todos los fines de semana, pero Karina no podía evitar pensar que ya no estaba funcionando. De todos modos, no le parecía algo catastrófico, pues, eran jóvenes y en cualquier momento la vida las volvería a juntar. Eso quería creer.

Fuera de las fiestas y su chica, afianzó muchísimo la relación entre ella y Winter. Desde aquel día en casa de la castaña, en donde se demostró vulnerable por primera vez ante ella, no dejó de suceder, y se dio cuenta, que en efecto como pensaba, todas las relaciones alrededor de ella eran falsas y superficiales, solo le servían para aparentar liderazgo y superioridad en el instituto, jamás para abrirse y hablar a profundidad de lo que sea que pudiera estar sintiendo. Y por alguna razón, para eso estaba Karina. Desde el inicio no le costó sincerarse ante ella, Winter le confesaba de todo, desde cosas vagas como que odiaba la manera en la que Mark hablaba algunas veces, hasta asuntos privados y personales como temas familiares y sus propias inseguridades.

Para reforzar un poco más el raro pero unido lazo que compartían las dos chicas, la madre de Winter amaba a Karina. ¿Y cómo no hacerlo? Si era gracias a ella que su hija había comenzado a sonreír nuevamente, sacar buenas notas y comunicarle las cosas. La madre de Winter, Taeyeon, aún no comprendía como era posible que su hija volviera a hablarle como solía hacerlo antes de comenzar a juntarse con Ningning. Ella pensaba que Mark era el factor en el cambio de actitud de su hija, pero con el paso del tiempo notó que se debía a la chica excéntrica con delirios de princesa heredera.

Hoy, como cualquier otro día de clases, Karina estaba en la casa de Winter, jugando con su mascota, un lindo cachorro llamado Max, que le regaló Mark en su primer aniversario, mientras Winter preparaba café para ambas. En eso se resumían sus vidas últimamente, juntarse luego del colegio, beber café, intercambiar apuntes y charlar, de cualquier cosa. Antes de que Yeri se fuera a la universidad, compartían el mismo plan las dos parejas, Winter con Mark y Karina con Yeri, bebiendo café, jugando naipes o con la consola de Mark. Le gustaba en lo que se había convertido su vida desde que se juntó con la castaña. Nunca lo hubiese visto venir pero le encantaba que le estuviera pasando a ella.

"Rina." La llamó Winter, sonaba preocupada. La pelinegra dejó de jugar con el cachorro para acercarse a la castaña.

"¿Sí Win?" Respondió colocando su mentón en el hombro de la contraria. A Winter no le fascinaba en afecto físico, pero con Karina siempre se dejaba, se le hacía tierno que alguien le demostrara cariño y afecto, más allá de su novio. Lo que sucedió a continuación hizo que el corazón de Karina se acelerara, y se odió por eso. La castaña buscó las manos de la pelinegra e hizo que rodeara por la cintura. Desde esa posición estaban muy cerca, podía sentir la respiración de Winter sobre sus cabellos y percibía su aroma. Ese olor a lavanda y algo dulce que Karina meses antes decretó como su olor familiar característico. Y pasó de sentirse acelerada por la cercanía, a sentirse preocupada cuando la escuchó sollozar. Por acto reflejo se apretó más contra ella y la giró para abrazarla con normalidad. "¿Qué pasa Winter? Habla conmigo." Le susurró mientras acariciaba su cabello. Era raro ver a la chica castaña así de sentimental y vulnerable, tan solo lo había presenciado un par de veces, y nunca se acostumbraba. La escuchó sorber su nariz un par de veces antes de suspirar. Ya estaba calmando su llanto. Karina no paraba de acariciarla, quería hacerle entender que no estaba sola. Que podía confiar en ella.