THIAGOEs sábado por la noche y estaba aburrido, con mis amigos fuimos al bar de siempre, ya que Camilo mi mejor amigo quería ir a ver a la bar tender, una chica de cabello rubio en degradé con puntas rosadas; algunas veces íbamos a ese bar a tocar, por lo que somos un poco reconocidos por el personal que trabaja ahí.
Por ser fin de semana el bar estaba lleno, pero logramos conseguir mesa, empezamos a hablar con mis amigos sobre tocar en más lugares y tratar de participar en eventos pequeños para poco a poco hacernos más reconocidos, y aunque aveces se nos dificultaba practicar juntos ya que algunos trabajaban y otros estudiaban, siempre hallábamos la manera de lograrlo.
Con forme transcurría la noche, el sonido de la música iba en ascenso y con ella las cervezas en la mesa, en un punto estaba disociando, cuando entre el bullicio escuché una risa, venía de una mesa un poco lejana a la de nosotros, había tres chicas muy diferentes entre ellas.
Pero había una que estaba de espaldas, solo podía ver su largo cabello negro, quería acercarme a hablarle pero no sabía cómo, en eso empieza a sonar "Sin documentos", cuando volteo nuevamente a la mesa de ella, ya no hay nadie. Empiezo a buscar entre la multitud de gente en la pista y vuelvo a ver el cabello negro, pero esta vez una parte de su cara, donde brillaban varios aretes, entre ellos uno en forma de mariposa.
Me paro para ir a la barra y poder acercarme un poco más, las veo a ellas cantando y bailando, no me parece oportuno acercarme en ese momento, por lo que espero un poco y pido un trago de aguardiente amarillo, creo que era lo que me faltaba.
Luego de sentir el trago arder en mi garganta me acerco, pero siento que algo se clava en mi bota, cuando miro de que se trata, es el arete de mariposa que vi antes. Perfecto.
Mientras me acerco poco a poco a la desconocida siento un aroma delicioso, cuando estoy justo detrás de ella, sé que es su perfume, y me dan ganas de olerlo aún más de cerca, toco su hombro, cuando se voltea, por fin puedo verla bien, tez clara, ojos negros, mejillas rosas y dos lunares en la frente un encima de su ceja y otro en el extremo contrario, labios rojizos y brillantes.
Aún no digo nada, solo la miro y veo como sonríe mientras aprecio sus hoyuelos que me hacen sonreír a mí también.
-Esto es tuyo?- le digo.
-Ah?- Me dice algo desconcertada
-Que sí esto es tuyo- le repito, mientras le pasó el arete, en ese momento ella toca su oreja y se da cuenta de la ausencia de su arete.
-Si, es mío- me dice un poco nerviosa, aunque tal vez es mi imaginación.
- ¿Cómo te llamas?- le pregunto.
- Alex- me dice, que nombre tan chimba.
-Te devuelvo tu arete si bailas conmigo una canción, Alex- le dije envalentonado.
-Bailo con usted si me dice su nombre- me dijo un poco sería, pero ví en su mirada un brillo que me hizo continuar.
-Thiago- respondí, pero justo en ese momento se acabó la canción.
-Que lástima- dijo mientras levantaba una ceja.
-¿Por qué? - le pregunto.
-Porque no se bailar.
-¿Quién dijo que yo si? - le contesté sonriendo
-Esta bien, pero si me pisas los pies no habrá segunda oportunidad - me dijo riendo.
-Trataré de hacer lo posible, ¿prefieres bailar aquí o en un lugar más privado?
-¿Qué tienes en mente? - dijo curiosa.
-Conozco un mirador cerca de aquí, podríamos ir, colocar música, bailar y mirar la ciudad.
-¿Cómo se que esto no es una táctica de secuestro? - me dijo poco convencida.
-Si quieres preséntame con tus amigas, mandales tú ubicación, te prometo que te traeré de vuelta con ellas en menos de una hora.
-Esta bien, pero que sepas que puedo ser muy violenta.
-Gracias por la advertencia, ahora el que teme por su seguridad soy yo - contesté luego de una carcajada.
Luego de eso me presentó con sus amigas, les di mi nombre completo y mi número de teléfono, Alex les compartió su ubicación en momento real y salimos del bar. Estando afuera alcanzamos a escuchar "Amores lejanos" de los Enanitos verdes
El sereno nos soplaba en la cara causando que la nariz de Alex se tornará roja, fuimos hasta el parqueadero del bar donde saqué mi moto, le pase mi casco y nos dirigimos hacia nuestro próximo destino.