La danza del norte

Act four

Hola lectores!! Porfavor comenten o interactúen para así yo saber que si están interesados en la historia, no se queden como lectores fantasmas porfa 😭. Sin más que decir aquí está el capítulo 4!! Los amo 💗

Visenya no logró conciliar el sueño esa noche; su mente estaba atrapada en las palabras de su madre y en todo lo que había pasado en estos pocos días. Decidió dar un paseo por la playa bajo la oscuridad de la noche. La brisa salada y el suave sonido de las olas eran lo único que la calmaba.

-Princesa, no es seguro que estés aquí sola a estas horas -dijo una voz grave, familiar para ella.

-Agradezco la preocupación, Cregan, pero te aseguro que no es necesaria -contestó Visenya, girando su mirada hacia él.

-¿No puedes dormir? -preguntó él, acercándose con una sonrisa comprensiva.

-No dejo de pensar en las palabras de mi madre. ¿Y tú? ¿Qué haces aquí a tales horas? No es seguro para un jovencito como tú -replicó Visenya con un tono juguetón.

Cregan soltó una risa suave-. Yo tampoco puedo conciliar el sueño, princesa.

Había algo en la forma en que Cregan le decía "princesa" que hacía que se sintiera diferente, algo que no podía explicar. A Visenya siempre se dirigían como princesa, pero nunca le había importado hasta que él lo dijo.

-¿Qué te tiene despierto entonces? -preguntó ella, observándolo con curiosidad.

-Nada en particular, supongo -dijo Cregan, mirando hacia el mar-. Tal vez la quietud de la noche. Siempre me ha gustado este momento del día, cuando todo está en calma.

-Es... pacífico -admitió Visenya, sintiendo la tranquilidad de la noche-. A veces me siento como si el mundo fuera demasiado ruidoso durante el día.

Cregan asintió, sus ojos fijos en el horizonte-. ¿Sabes? En el Norte, solía pasear por los bosques en la noche. Hay algo reconfortante en la oscuridad, en el silencio.

-Suena agradable -dijo ella, imaginando la nieve y los árboles-. Aquí, las noches tienen un tipo de magia diferente. El sonido del mar, el olor de la sal... es como un abrazo.

-Casi puedo sentirlo -respondió él con una sonrisa suave-. ¿Alguna vez pensaste en cómo serían nuestras vidas si no estuviéramos en medio de... todo esto? Si pudiéramos simplemente... vivir.

Visenya se quedó en silencio un momento, reflexionando-. A veces. Me imagino en un lugar tranquilo, sin deberes, sin expectativas. Sólo... ser.

-Yo me imagino en una cabaña en el bosque -dijo Cregan, con un brillo en los ojos-. Una chimenea, tal vez algunos niños corriendo por ahí.

Visenya sonrió ante la imagen-. ¿Niños? No te veía como el tipo que querría una vida tranquila.

-Todos tenemos nuestros secretos -respondió Cregan, mirándola de lado con una sonrisa-. Pero sí, me gustaría una vida tranquila. No soy fanático del caos.

-¿Quién lo es? -suspiró Visenya, mirando al mar-. A veces, me gustaría desaparecer, aunque sea por un rato.

-Entiendo ese sentimiento -dijo Cregan, acercándose un poco más-. Pero incluso en medio del caos, hay momentos como este que hacen que todo valga la pena.

Visenya lo miró a los ojos, sintiendo una conexión inesperada-. Sí, momentos como este.

Cregan la observó un momento y luego sonrió-. ¿Sabes? Una vez intenté cocinar para impresionar a alguien.

-¿En serio? -Visenya arqueó una ceja, una mezcla de sentimientos que no podía explicar pasaron por su pecho al escuchar a creían decir que había cocinado para "impresionar a alguien". Pero no le tomo importancia -. ¿Y qué pasó?