My Dear Teacher •Kookgi•

Capitulo 5

Realmente subestimé su deseo sexual, Yoongi pensó mientras chupaba la polla de su profesor una semana después. Era la quinta vez esa semana que se había encontrado de rodillas delante de Jeon.

Yoongi tuvo que admitir que no era desagradable ni nada; Podría haber sido mucho peor. Mucho peor. La polla de Jeon estaba siempre limpia y sabía bien. Claro, el tamaño hacía que la cosa sea más difícil de lo que debería haber sido, pero después de las primeras veces, se había acostumbrado a ello y su mandíbula ya había dejado de dolerle. Además, la mayoría de las veces, Jeon hacía la mayor parte del trabajo, sosteniendo la cara de Yoongi en su lugar y simplemente follándole la boca.

Sin embargo, hubo ocasiones, como hoy, en que Jeon ordenó a Yoongi lamerle y chuparle la polla despacio. Eso era más difícil, pero el interno sentido de justicia de Yoongi no le dejó hacer un trabajo a medias: Jeon le pagó mucho dinero por esto, después de todo.

Si alguien le hubiera dicho hace unas semanas que estaría chupando la polla de otro tipo cada día, Yoongi se habría reído. Si alguien le hubiera dicho que iba a dejar que el Profesor Jeon, de todas las personas, pusiera la polla en su boca todos los días, Yoongi habría pensado que era una muy mala broma. Y no una broma divertida.

Sin embargo, allí estaba él, chupando la polla de Jeon, la gran mano de Jeon guiándole la cabeza mientras Yoongi bombeaba su cabeza, girando su lengua alrededor de la cabeza de la polla de su maestro. Sí, tenía buen gusto. Yoongi encontró que con cada vez que pasaba le preocupaba menos el sabor.

Jeon gruñó, sus caderas empujando hacia arriba ligeramente. Yoongi no estaba seguro que decía sobre él que supiera que Jeon ya estaba cerca de llegar.

—Mírame—, Jeon exigió.

Yoongi se encontró con los ojos oscuros y chupó la cabeza lentamente. Luego más duro. Jeon agarró el cabello de Yoongi, empujó con fuerza y se corrió. Yoongi se tragó la corrida. No era un fanático del sabor, pero sabía que a Jeon le gustaba cuando lo hacía. El sabor no era tan horrible, de todos modos.

Después de un rato, sintió la mirada de Jeon sobre él y levantó la vista de nuevo. Jeon lo miraba con una extraña expresión en su rostro. De repente, Yoongi se dio cuenta de que todavía tenía la ablandada polla de Jeon en su boca y todavía estaba chupándola sin prestar atención, como si fuera un chupetín gigante.

Sonrojándose, Yoongi dejó que la polla se salga de su boca y se puso de pie. —Yo sólo estaba en otra parte —, dijo, alejándose y limpiándose la boca.

—Yo no dije nada —, dijo Jeon.

Cuando oyó el sonido de una cremallera, Yoongi se volvió.

Una vez más, el profesor Jeon se veía inmaculado e intocable. Si Yoongi no supiera mejor, nunca creería lo que había ocurrido en esa oficina hace unos minutos.

Yoongi pasó de un pie al otro.

Echándose hacia atrás en su silla, Jeon enarcó las cejas. —¿Sí?

Mierda. Esto era incómodo como el infierno, pero la señora Lee le había dicho que iba a renunciar si Yoongi no aumentaba su salario. Para empeorar las cosas, su renta vencía hoy. Así que Yoongi se obligó a hablar, —Necesito dinero. ¿Me puede pagarme ahora? Quiero decir - sé que no era el trato, pero-

—Ven aquí.

Yoongi cerró la boca a media frase y dio un paso hacia él. No podía leer la expresión de Jeon.

Jeon tomó su muñeca y lo tiró en su regazo.

—¿Pero qué-

—¿Qué hay en esto para mí?— Jeon dijo, burlándose claramente de él, usando las palabras que Yoongi le había dicho hace una semana.

Yoongi se apoderó del respaldo de la silla de Jeon, sintiéndose incómodo y extraño. Nunca había imaginado que estaría en esta situación: sentado en el regazo del Profesor Jeon y tratando de sacarle dinero. —¿Qué quieres? ¿Otra mamada?

Jeon lo estudió. —Me dejas que te toque y te bese y te daré el dinero.

Yoongi parpadeó. Bajó la mirada a los labios de Jeon y sintió una sensación incómoda en su estómago. —No lo sé - quiero decir, soy heterosexual. Eso sería un poco raro

Los labios que estaba mirando se torcieron.

—Más extraño que chuparme la polla, Min?

Yoongi sentía una burbuja de risa nerviosa subiendo dentro de él. —Bueno, cuando lo pone de ese modo, supongo que tiene razón.

Jeon envolvió una mano alrededor del cuello de Yoongi, acariciando su pulso con el pulgar.

—¿Bien?

Yoongi se encogió de hombros.—Bien. Lo que sea.

Parecía como si Jeon hubiera estado esperando sólo por esas palabras, porque lo siguiente que Yoongi supo, es que tenía la lengua de su profesor en la boca. Los ojos de Yoongi se abrieron, pero se forzó a relajarse.

Cerró los ojos, tratando de distanciarse de lo que estaba sucediendo y fallando.

Sorprendentemente, Jeon era bastante buen besador. No era descuidado, y el beso no era horroroso, pero era extraño. Era extraño ser el que era besado, y no al revés. Él estaba siendo besado por un hombre, no una chica. La diferencia no debería haber sido tan obvia, pero lo era. Jeon besaba de la misma forma en que actuaba: mandón, exigente y duro

Unos minutos más tarde, Jeon finalmente había terminado de besarlo, y los labios de Yoongi estaban hinchados y sensibles. Se sentía un poco abrumado y más que un poco extraño.

Jeon tomó una mirada en él, resopló y lo empujó fuera de su regazo. Yoongi se puso de pie tambaleándose y se volvió para irse.

—Usted no cobró su pago, Min.

Pago.

Correcto.

Yoongi volvió y no miró hacia él mientras Jeon puso dinero en su bolsillo.

—Ahora váyase—, dijo Jeon. —Tengo tareas que corregir.

Yoongi estaba simplemente muy feliz de obedecer.

Una vez que estuvo fuera de la oficina, tocó sus labios doloridos.

Ellos le hormigueaban.

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