Zhang Yue Jin Ming.

Capitulo 25 Intensión Asesina

Susu no sabía cuánto tiempo llevaba nadando.

　　El agua del río estaba fría, los finos bordes del hielo le raspaban la piel y sus miembros rígidos y entumecidos no sentían dolor.

　　Nadó hacia adelante, su velocidad era cada vez más lenta, pero no se atrevió a detenerse.

　　Tomada por sorpresa, se atragantó con la saliva. Presa del pánico, Susu agarró un trozo de madera a la deriva y apoyó la mitad de su cuerpo sobre él. La otra mitad de su cuerpo quedó sumergida en el agua, flotando débilmente con la madera.

　　Empezó a nevar de nuevo en el cielo y los copos de nieve cayeron sobre sus mejillas.

　　Susu cerró los ojos, incapaz de mover un dedo, y se quedó dormida cansada.

　　Alguien la levantó suavemente e inmediatamente su cuerpo se calentó.

　　No sabe cuánto tiempo pasó, pero cuando Susu recuperó la conciencia, escuchó los sonidos de los vendedores ambulantes, el sonido de los gongs y las risas de los niños.

　　Alguien habló en voz baja.

　　Abrió los ojos y se encontró acostada en una cama blanda.

　　Al lado había una ventana baja y las brasas de la habitación crepitaban.

　　Susu se levantó de la cama e inmediatamente vio a los dos hombres sentados a la mesa.

　　"¿Su Alteza Real, Rey Xuan, Yu Qing?"

　　Al escuchar esto, Yu Qing arqueó las cejas: "Estás despierta. ¿Cómo te sientes?"

　　Susu dijo: "¿Por qué están aquí?"

　　Yu Qing abrió el abanico plegable e indicó a Susu que mirara a Xiao Lin.

　　"Tienes que preguntarle a mi hermano mayor sobre esto. Él no confiaba en ti. Tenía miedo de que el demonio zorro te matara, así que me obligó a seguirte hasta el final. Remamos en el río durante varios días, pero te vio desmayándote sosteniendo un trozo de madera. Tienes suerte, si lo hubiéramos hecho más tarde, podrías morir congelada.

　　Susu dijo con sinceridad: "Gracias".

　　Xiao Lin dijo: "Tercera niña, no escuches las tonterías de Yu Qing. Nos salvaste la vida. Somos Yu Qing y yo quienes deberíamos estar agradecidos. Debido a la emoción y la razón, también debemos garantizar tu seguridad".

　　Yu Qing preguntó: "¿Por qué estás en el río?"

　　Susu le respondió: "Tantai Jin quería que le escribiera una carta a mi hermano mayor y les permitiera cruzar Jiayuguan. Salté al río y escapé".

　　Yu Qing chasqueó la lengua y se maravilló: "Tu marido es realmente asombroso." No fue un sentimiento despectivo, Yu Qing realmente sintió que ese hombre tenía una mente profunda y había soportado humillaciones y cargas pesadas durante muchos años, lo cual fue bastante poderoso.

　　Ni él ni el rey Zhao pudieron ver antes que este era un personaje despiadado.

　　Susu preguntó rápidamente: "¿Cómo está mi hermano mayor? ¿Está bien?".

　　Xiao Lin le sirvió a Susu una taza de té caliente y dijo: "Has estado durmiendo durante dos días. El barco de Tantai Jin pasó por Jiayuguan. El general Ye fue envenenado y enviado de regreso a la ciudad imperial para recibir tratamiento".

　　Al ver el rostro pálido de Susu, Xiao Lin lo consoló: "No te preocupes, no es un veneno que ponga en peligro tu vida. Estarás bien poco después de regresar a la ciudad imperial".