¿Alguna vez experimentaste esa urgencia de transformarte en alguien capaz de deshacerte de todo a tu paso, de permanecer impasible ante el amor, ese sentimiento hermosamente maldito?
Atormentada por la necesidad de blindar mi corazón a cualquier pr...
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Mi mente era un caos.
Era plena madrugada y como era ya costumbre, me encontraba en mi cama sin poder conciliar el sueño.
Pero esta vez era diferente.
Estaba confundida, realmente confundida.
En mi cabeza se repetía la imagen del chico dulce, de voz encantadora que parecía dispuesto a darme más que la luna, incluso el universo entero si se lo pidiera: Darío.
Pero también surgía la imagen del idiota de ojos cafés que tantos desvelos me había causado, con un cuerpo perfecto y tatuajes, aquel que con solo respirar despertaba en mí, deseos inconfesables: mi ex.
Había logrado apartarlo de mis pensamientos al menos por un día gracias a Darío, pero todo se desmoronó cuando una chica me envió una foto de él (mi ex) caminando tranquilamente junto a otra chica. Ella sonreía, se veía tan feliz a su lado, si tan solo supiera.
Debo admitir que me dolió y me hizo volver a pensar en él.
Llegué a quererlo en exceso, más de lo que podría explicar y mucho más de lo que él merecía.
Cuando un demonio sonríe, desata un infierno en los ojos de un ángel; y a él le encantaba sonreír.
Tengo una carpeta repleta de sus fotografías.
Guardo millones de mensajes en las notas que nunca le envié.
Poseo demasiadas cartas que jamás llegaré a entregarle.
Pero por otro lado, estaba Darío, quien de alguna manera se había hecho un hueco en mi mente. De vez en cuando aparecía y conseguía arrancarme una sonrisa sin yo siquiera darme cuenta.
No deseo ni siquiera considerar la posibilidad de que me esté empezando a gustar, mi plan se vendría abajo, además me he prohibido a mí misma confiar en nadie más.
Aunque al mirar sus ojos, se ve tan sincero, tan real.
Las palabras parecen tan transparentes.
Muchas veces he considerado dejar todos mis estúpidos planes de lado junto con el rencor y seguir una vida tranquila.
Pero no, no volveré a caer, ya basta de vernos la cara de estúpidas.
Ilusionar, usar, desechar.
Mi plan seguiría en pie.
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Lía y yo tuvimos una conversación en la que acordamos dejar atrás todo lo relacionado con la lista de chicos que habíamos elaborado. En realidad, ninguna de las dos se sentía cómoda con la idea de ilusionar a alguien, por más que esa persona se lo mereciera.
A pesar de ello, decidí continuar viendo a Darío, ya que de alguna manera no quería alejarme de él. Era una sensación extraña; no deseaba lastimarlo, pero tampoco quería distanciarme. Lía insistía en creer que estaba empezando a sentir algo por Darío.
Sin embargo, yo me justificaba pensando que lo hacía simplemente para olvidar a mi ex.
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Estaba investigando los perfiles que había encontrado de Darío en diversas redes sociales como Facebook, Instagram, Twitter, entre otras. Sin embargo, descubrí que solo tenía un perfil en cada plataforma y, en el mejor de los casos, una foto de perfil en un espejo con un filtro rojo que dificultaba verlo claramente.
Además, eché un vistazo a los perfiles de sus seguidores, seguidos y amigos. Sí, revisé cada uno de ellos con la esperanza de encontrar algo sobre él o asegurarme de que no estuviera involucrado con otra chica.
Me topé con el perfil de quien se suponía era su mejor amiga o algo por el estilo. Ambos se seguían en Instagram, eran amigos en Facebook y ella reaccionaba con un "Me encanta" a sus fotos.
Solo para aclarar, no me importa, no estoy celosa, nada de eso.
También encontré perfiles de algunas chicas que habían estado previamente con él. No es que sea una acosadora ni nada por el estilo, solo estoy bien informada.
No sé cada detalle sobre las chicas con las que ha salido, ¡por favor!
Bueno, tal vez un 30%...
Aunque podría ser un 50%...
¡o incluso un 75%!
¿A quién intento engañar? He investigado a cada una de las chicas con las que ha salido, pero eso no significa nada. Fue solo por aburrimiento, ¡no piense mal!
Parecía imposible encontrar alguna foto de él en perfiles de amigos o familiares.
Aunque...
—¡Sí!— un grito de victoria salió de mí de forma involuntaria cuando finalmente encontré una foto suya en el perfil de una chica que conocía. Incluso compartíamos clases, y me había enterado (por pura casualidad, no es que lo estuviera acosando, repito) de que ella había intentado algo con él en más de una ocasión, pero él simplemente no le prestaba atención. Incluso supe que la rechazó por mí.
¡Ja! ¡En tu cara, zorra! Me prefiere a mí antes que a ti.
Aunque me importa poco.
La foto, bueno, digamos que no era la mejor del mundo. Se notaba que era antigua, tomada en el colegio y ni siquiera estaba bien enfocado; diría que incluso recortó la foto original para usar solo la parte donde él aparecía.
La publicó para felicitarlo por su cumpleaños, y al revisar los "me gusta", efectivamente, él no había reaccionado a la publicación.
Estaba contenta, ¿por qué? No lo sé, no me pregunten.
Descargué la foto y la guardé en una carpeta de mi galería con el título "ñeh", insinuando que no era algo de gran importancia.
O quizás sí.
No, ¿en qué estaba pensando? Claramente era algo sin importancia.
