6. Madres, bañadores y sucesos inesperados.

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Capítulo seis: Madres, bañadores y sucesos inesperados.

La mañana del día siguiente llegó más rápido de lo que yo esperaba. No tenía nada de sueño, no había conseguido pegar ojo en toda la noche. Después de todo lo que había sucedido el día anterior, creo que no podría volver a dormir como una persona normal en toda mi vida. Los acontecimientos pasaban por mi mente constantemente, yo no podía controlar a mi mente y obviamente eso me hizo pasar una mala noche. Cada vez que cerraba los ojos pensaba en Liam y en su familia y en todo lo que había sucedido mientras yo no estaba, se iba a casar, iba a tener un hijo... por no hablar de lo sucedido en el baño cuando él me dijo que me quería.

Sinceramente, en ese momento, yo le creí. Cuando le miré a los ojos ví pura sinceridad, puede que pareciese que no, pero el tiempo que pasé junto a Liam a pesar de que fue extremadamente corto, fue también muy intenso (bueno, me enamoré de él, si eso no es intenso no sé que puede serlo), conocí a Liam, sabía cuando mentía y cuando no, y cuando estábamos en el baño, podía poner la mano en el fuego por él y no quemarme porque estaba segura de que me decía la verdad cuando me dijo que me quería. Sin embargo, eso también me hacía desconfiar de él, estaba prometido, e iba a tener un hijo, aún queriéndome, ¿cómo era eso posible? Por mucho que tu padre fuese un ogro, o que fuese la persona más autoritaria del planeta, estar con una persona a la que no quieres, planear una vida entera junto a ella y formar una familia queriendo a otra persona... Sólo una persona frívola y malvada podía hacerlo, porque no sólo estaba yo en medio, había mucho más. Y puede que el tiempo que pasé junto a Liam fuera corto, pero yo no creía que Liam fuese de esa forma, pero también podía estar equivocada.

No era la primera vez que las apariencias engañan.

No sabía qué pensar.

Sólo quería dormir, y eso para mí era una tarea imposible.

Dios mío, estaba de los nervios, en una tensión constante.

Y aquí estaba, preparándome porque hoy tendría que volver a la casa de los Clark, a una especie de cóctel o no se qué, la verdad era que cuando los padres de Liam lo estaban comentando yo no estaba prestando mucha atención, tenía otras cosas en las que pensar y en las que preocuparme, y lo cierto es que no era un panorama para nada bonito y apetecible. Lo último que quería era volver a encontrarme con sus caras, no quería ver a nadie.

Ahora es cuando pienso que la vida me odia.

Sólo a una persona con una suerte pésima podría sucederle algo así.

Por un año que vengo de vacaciones y justamente tienen que venir. ¿No podrían haberse quedado en el lugar donde estaban? Todo sería más feliz, bonito y con muchos más colores.

- ¡Ariel! ¿Estás lista? - me gritó mi madre desde la planta baja.

Me miré en el espejo.

Menudo careto.

- ¡Si, ya bajo! - grité mientras cogía el bolso de encima de la cama y salía de la habitación para bajar las escaleras.

No sé cuantás veces lo habré dicho, pero, sobra decir que tengo cero ganas de ir.

- Qué guapa, - comentó mi madre nada mas bajar.

Suspiré, las madres y sus intentos de hacernos sentir mejor con nosotras mismas.

- Mamá... - me quejé.

- ¿Qué? Es la verdad, eres la chica más preciosa de este planeta.

- Sí claro, sólo lo dices porque eres mi madre, - dije, saliendo por la puerta y caminando hacia el coche.

El Playboy es mi Enemigo, [SP#2] | ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora