10. Masoquismo, egocentrismo y elegancia.

303K 18.6K 3.3K
                                    


Capítulo diez: Masoquismo, egocentrismo y elegancia.


Creo que no me había sentido peor en mi vida.

Bueno, salvo ese verano cuando Liam me abandonó, literalmente, o cuando descubrí a través de mis ojos que estaba comprometido y que estaba a punto de tener un bebé. Creo que Liam ha sido la persona que más veces me ha decepcionado en mi vida y en un periodo corto de tiempo, sin embargo, también creo que era la persona que más había querido –y quiero- en mi vida, obviamente, exceptuando a mis padres.

Y creo que esta era ya como la tercera, o cuarta, o quinta vez que me decepcionaba, la verdad es que ni siquiera lo sabía porque ni me apetecía llevar la cuenta.

Tener que estar sentada en estos momentos intentando no desmayarme se estaba convirtiendo en un gran esfuerzo para mí. ¿La razón? Bueno, sencillamente, cuando Liam decidió sentarnos a todos alrededor de la mesa, no fue para algo bueno, al menos no para mí, porque su brillante idea fue comentarnos a todos que lo que había sucedido la noche anterior había que olvidarlo, nada había sucedido y había que pasar página.

¿Conclusión que sacaba de todo esto?

Que, de la manera más indirecta pero a la vez más directa, Liam me había dicho que tenía que pasar página y olvidarme de él porque todo había terminado, si es que alguna vez hubo algo, porque la verdad es que en estos momentos dudaba de todo, incluso de si mi nombre verdadero era Ariel y de si en estos momentos estaría en una especie de pesadilla de la que nunca podría terminar.

Bueno, dejando de lado mis crisis psicológicas, la cosa era que tenía ganas de darle una paliza a Liam.

La verdad, me sentía la persona más imbécil de todo este mundo, y por primera vez el color de mi pelo se complementaba conmigo, porque el color rojo reflejaba ahora mismo mi estado de ánimo: puras llamas de ira.

Por dentro estaba ardiendo de furia.

Pensé en las razones por las que creí que arrastrarme técnicamente como una culebra por Liam había sido una buena idea. Y la verdad, hasta ahora no me había dado cuenta, pero es que no había ninguna. Él me había estado tratando de lo peor y yo ni siquiera me había dado cuenta. Quien lo diría. Creo que esto se llamaría como una especie de masoquismo pero inconsciente, ¿no?

Había tardado bastante en darme cuenta, pero creo que ya era hora de olvidarme de Liam. Era hora de pasar página, él estaba a punto de casarse, tendría una familia y yo aún no había casi ni madurado.

Ojalá esto fuese un sueño, como en origen, ¿dónde estaba mi tótem?

Lo necesitaba para saber si esto era real o no.

Yo me quedé en silencio mientras veía como Sonia sonreía con triunfo, como si hubiera ganado una batalla. Bueno, mejor para ella, si estaba contenta con ello yo también lo estaría.

Sonreí ampliamente.

- Creo que no podría haber mejores noticias, ¿verdad Jamie? – le miré y él me miró, como si acabase de despertar de una especie de trance.

Como respuesta me enseñó sus dientes y asintió.

- Ya lo creo que sí.

Por dentro me reí al ver la cara de Liam. Me miró serio sin embargo lo próximo que hizo me hirvió la sangre, se inclinó un poco en su silla hacia Sonia y la besó en la boca.

Ojalá le vomitase en la boca.

* * *

Digamos que estaba tremenda.

El Playboy es mi Enemigo, [SP#2] | ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora