El amor y el dolor, como dos estrellas en un cielo nocturno, se entrelazan en un baile ancestral. No podemos tener uno sin el otro, como no podemos separar la luz de la oscuridad.
El amor, ese fuego que arde en el pecho, nos eleva a las alturas más sublimes. Nos hace sentir invencibles, capaces de conquistar el mundo. Pero incluso en su esplendor, lleva consigo su propio defecto: la vulnerabilidad.
Amar es abrirse, exponer el corazón a la posibilidad del dolor.
Y aquí entra el dolor, como un visitante no deseado. A veces llega en forma de rechazo, de traición o de despedida. Nos desgarra, nos hace sentir pequeños y frágiles. Pero también nos enseña.
El dolor es el maestro que nos muestra los límites de nuestro corazón, las grietas por las que entra la luz.
El amor correcto, ese que se ajusta a nuestra alma como una llave en su cerradura, también tiene sus imperfecciones.
No es perfecto, pero es auténtico. Es el amor que acepta nuestras cicatrices, que nos abraza con nuestras heridas. No busca cambiar al otro, sino crecer juntos.
Fuera de nosotros, sin el amor, el mundo sería un lugar más frío. Las risas no tendrían eco, las canciones carecerían de melodía. El amor es el tejido que conecta a la humanidad, que nos hace comprender que somos más que individuos solitarios.
Así que, en este viaje de luces y sombras, abracemos tanto el amor como el dolor. Porque en su danza, encontramos la plenitud de la experiencia humana. Y al final, cuando miremos atrás, veremos que cada lágrima, cada risa, cada abrazo, valió la pena.
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Un corazón desecho "Primera Edición"
RomanceSumérgete en historias románticas donde las dudas y el dolor de la separación nos hacen llorar. Desde lágrimas en la lluvia hasta susurros de un amor no olvidado, estos cuentos exploran los corazones rotos y las bibliotecas del olvido