Te extraño, aunque cada día es un susurro menos de tu nombre en mi mente. Las noches son más largas sin tus abrazos, pero he aprendido a llenar el vacío con el eco de mis propios latidos.
Ya no me ahogo en recuerdos; en cambio, floto en la esperanza de lo que está por venir.
Te extraño, pero cada amanecer es una nueva oportunidad para sanar, y aunque tu ausencia sigue doliendo, he encontrado consuelo en saber que el tiempo, inevitablemente, cura todas las heridas.
Las tardes de verano ya no saben igual sin tus risas, y los días parecen eternos sin tu presencia. Sin embargo, he descubierto la belleza en las pequeñas cosas, esas que solía pasar por alto cuando estaba cegado por nuestro amor.
Me pierdo en los atardeceres, en la dulzura de una brisa cálida, y en la serenidad de una tarde en silencio. Te extraño, pero he comenzado a apreciar la libertad de ser yo mismo, sin la sombra de tu recuerdo atándome al pasado.
Ya te estoy superando, aunque sigue siendo un proceso lento y doloroso. Hay momentos en los que me sorprende una ola de tristeza, pero también hay días llenos de promesas y nuevas oportunidades.
He aprendido a perdonarme, a no culparme por lo que no pudo ser.
Te extraño, pero he aceptado que algunas historias no están destinadas a durar para siempre. Y en esa aceptación, he encontrado la fuerza para seguir adelante, con la esperanza de que el próximo verano traiga consigo nuevos comienzos y un corazón renovado.
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Un corazón desecho "Primera Edición"
RomanceSumérgete en historias románticas donde las dudas y el dolor de la separación nos hacen llorar. Desde lágrimas en la lluvia hasta susurros de un amor no olvidado, estos cuentos exploran los corazones rotos y las bibliotecas del olvido