''¿Puedes recordarme otra vez porqué accedí a esto?"
"Porque me lo debes, yo te ayudé a cortar con Mina. Además, no será tan malo, sólo vamos a ver una película, y la amiga de Sana es bastante linda. No es mi tipo, porque mi tipo son las omegas bajitas de mejillas abultadas, cabello castaño y rizado y jodidamente adorables, pero no está mal".
Nayeon suspiró resignada.
Habían quedado con Sana y Momo a las seis en punto en la entrada del cine. Eran las cinco y media y las dos alfas ya estaban apoyadas contra la fachada del local. Bueno, más bien solo una, que miraba divertida cómo su amiga daba vueltas de un lado a otro a punto de morderse las uñas de los nervios.
"¿Cómo actúo con ella? Se supone que ahora somos amigas, pero yo no sé cómo comportarme con una amiga. Mi única amiga eres tú, y eres igual de imbécil que yo así que no hay necesidad de disimular".
"¡Oye!"
"No voy a saber qué decirle, la voy a cagar. Seguro que piensa que soy una alfa descerebrada que solo quiere marcarla, no se me da bien disimular cuánto me gusta cuando está cerca".
"Es que eres una alfa descerebrada que solo quiere marcarle".
"¿Acaso sabemos qué película vamos a ver? Si escogemos una de miedo, a lo mejor se asusta y me abraza. ¿Eso sería bueno o malo? Por una parte, no hay nada que quiera más en este mundo que que ella me toque, pero ¿y si no puedo controlarme..."
Nayeon rodó los ojos y sacó su móvil, si Tzuyu había decidido ignorarle, ella jugaría al Candy Crush. Tenía que admitir, que era divertido ver a su amiga en ese estado. Chou Tzuyu siempre fue alguien de pocas palabras; si quería algo lo tomaba, y si algo no le gustaba lo decía, no importaba el momento ni lo inapropiado que fuese decir que aquel vestido hacía gorda a la madre de Nayeon cuando la mujer estaba presente. No solía darle demasiadas vueltas a las cosas y era bastante impulsiva. Por eso, Nayeon no dudaba de que Sana fuera la pareja destinada de Tzuyu. Por eso, y porque cada vez que tenía ocasión, metía el nombre de la omega en sus conversaciones. "Oye, Tzuyu, quiero comer pastel." "¿Sabes que Sana quiere ser repostera?" "En serio, salgamos, me apetece mucho comer pastel." "Dentro de unos años, podremos ir a su pastelería a comer." "Pero yo no quiero comer pastel dentro de unos años, lo quiero ahora." "¿Sabes a quién le gustan también las cosas en el momento? A Sana". Era insufrible. Otra clara señal, era que el rostro usualmente aburrido e indiferente de Tzuyu parecía transformarse cuando hablaba de Sana. Sus ojos brillaban y su boca se torcía automáticamente en una suave sonrisa. Nayeon estaba feliz por su amiga, ese era uno de los principales motivos por los que había decidido acompañarla. Más tarde descubriría que había sido una buena idea.
Tzuyu sentía sus manos sudar, y su ritmo cardíaco se acercaba peligrosamente a la velocidad de un infarto. Ya había visto a Sana fuera de clase, dos veces (y eso estaba entre los mayores logros de su vida junto con haber ganado el torneo de tiros libres y haberse pasado en un día todos los niveles del Super Mario Bros), pero aquello era diferente. Ya no estaban haciendo ningún trabajo y no era ningún tipo de obligación; Sana, su Sana, le había invitado a pasar la tarde con ella. Dios, quería saltar de emoción, pero debía mantener la compostura.
"Como sigas dando vueltas, vas a abrir un hoyo".
Ignoró a Nayeon, ella ocupaba el último lugar en su lista mental en aquellos momentos. Tenía mil cosas en las que pensar y novecientas noventa y nueve trataban sobre Sana. No quería hacerse ilusiones, sabía que no debía, pero recordar la sensación que la invadió cuando la omega se colgó despreocupadamente de su brazo, la hacía anhelar su contacto como un adicto anhela su dosis. No había forma humana de estar más enamorada de alguien.

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Intocable - Satzu
FanfictionTzuyu es la alfa más temida y respetada en todo el instituto, pero no ha podido evitar caer por la dulce omega de cabello castaño y mejillas regordetas. ¿Será capaz de dar un paso, olvidar los problemas y pensar solo en su mutua felicidad? Esta es s...