Tanto en el cielo como en el infierno

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Hace casi una semana que dieron el anuncio de los héroes de elite y de la ubicación de las demás personas, mañana por nos toca ir ala torre central para que nos lleven al lugar dónde entrenar, mientras hacia la mochila,no nos dejaban llevar algo más grande que eso, Dylan me llamó

- Estoy ocupado Dy ¿Qué necesitas?

- Estoy en el jardín de tu casa, tengo que decirte algo

- ¿Es sobre lo de Edwin?

- No y mejor que dejemos ese tema a un lado

- Ahora bajo

Baje las escaleras para ir hacia el jardin, vi a mis padres sentados viendo la tele, ignorando lo que estaba bajando, salí y ahí, como me había dicho estaba él, sentado en el jardín bajo una sombra, expectante, con una mirada un poco dispersa, me acerque a él y se levantó

- ¿Estás bien? - pregunte directamente abrazándolo

- Supongo, pero no quiero hablar de esto

- ¿Que quieres hacer?

- Tengo en el coche algo para desayunar y algo que decirte - una sonrisa se formó en su rostro

- ¿Has hecho la mochila?

Me separo de su abrazo para agarrame de la mano y saltando las vallas fuimos hasta su coche, donde habían algunos bollos y algo para beber

- ¿A donde me vas a llevar?

- A un lugar

- Muy bonito sitio, cinco estrellas - sonreí para después comer alguna de las cosas que había comprado

El trayecto fue bastante largo, no tenía ni idea de hacia donde nos dirigíamos, pero casi al final de este no sabía a donde íbamos pero si la zona

- ¿Por que estamos aquí?

- Es donde nos críamos

- Y también es el lugar que más se vio afectado hace tres años por el Día de la noche eterna

- En efecto, pero estamos aquí por eso

Mire por la ventana, una zona que rezumaba tristeza, muerte y odio, algunas pancartas proclamaban odio hacia los héroes por no haber hecho nada antes y en contra parte esta era la zona donde más héroes salían, Dylan me saco de mis pensamientos apagando el coche

- Ya hemos llegado, una horita y media para llegar aquí

- ¿A donde exactamente?

- Mira por la ventana

Al girarme la vi, la montaña más alta de la zona, de pequeños todos los niños la habíamos recorrido de arriba a abajo, nos sabíamos todos los escondrijos y donde vivían los animales, un espeso bosque alto la rodeaba, dejando solo ver su pico

- ¿Para que?

- tu acompañame

Los dos subimos, yo me estaba muriendo pero a el se le veía feliz y entero, bastante emocionado por subir una montaña que habíamos subido mil veces, todo estaba igual que hace tres años, un poco más verde por la falta de actividad humana pero el camino se mantenía bien

- ¿Quieres descansar un poco?

- Si tu me lo pides - me deje caer contra una piedra

Cerré los ojos para relajarme, mi acompañante se sentó a mi lado y me dio un beso en la mejilla, probablemente me puse rojo, me deje caer levemente sobre su hombro y abrí los ojos, a lo lejos se veía la torre central, el lugar donde mañana iríamos y más cerca una hermosa ciudad que estaba despertando, la gente se movía, también de vez en cuando se veía pasar volando al héroe alado, haciendo por supuesto su trabajo

La historia entre las sombras Donde viven las historias. Descúbrelo ahora