Kei Tsukishima y TN Kageyama (paso a paso)

Cambios.

Hola nenas, mucho tiempo que no toco Wattpad. Bueno... Admito y me avergüenzo de haber dejado esta historia tan... Llena de cosas y pocas explicaciones, ahora la leo y me dan ganas de tomarme el litro de cloro que acaba de comprar mi padre.

En fin, voy a hacer un cambio. Ni tan grande o tan pequeño.

El cambio que (yo) y tantas necesitan.

El autismo/asperger/divergencia de
T/N. Uff, no sé ustedes niñas. Pero cuando leí los últimos capítulos, me sentía fatal de la inmadurez mental que padecía allí.

En fin, lo que haré a continuación es como un reset de los capítulos dónde el foco principal es T/N autista. Y me enfocaré mucho más en el pensamiento masculino de Kei. Puede incluso que escriba one-shots de ellos dos.

Y de nuevo, disculpas por mi estupidez.

13 de enero.
Hora en Miyagi; 8:32 de la noche.

Kei Tsukishima con 12 años.

El aire helado pasa por mi espalda y golpea mi rostro. Aprieto mis puños por debajo de los bolsillos e intento enfocarme en seguir el camino a casa, después de presenciar la traición y mentiras de Akiteru hacia mi. - Tch, tantos meses comiendo de sus mentiras...- Y creer que yo le admiraba, ugh. Ya de solo recordarlo quiero gritar. Inconscientemente subo el volumen de mi reproductor de cassettes y tomo una larga calada de aire; como si eso fuera a ayudarme.

- Tadaima... ¿A-ah? ¿Otosan-ka?-. Y para mí alegría, apenas atravesar la puerta veo a mi padre... Abrazando al traidor.

- Okaeri.- Me recibe mamá con una sonrisa y el sonido de comida recién hecha. Dirigí mi mirada hacía mi padre, luego a mi hermano.

- ¿Cuando volviste? Salí primero que tú-, las palabras salen frías, amargas.

Mi padre siente la tensión y en un movimiento rápido me abraza también. No me muevo, no le devuelvo la muestra de cariño. Tampoco le miro, mis ojos están clavados en Akiteru, juzgando.

Pasada la cena, lavo los platos y doy una curiosa mirada al refrigerador por si hay tarta de fresa. -Eureka. Hmm,- aparto un trozo y me lo llevo arriba.

Apenas cierro la puerta, le doy una mordida al pastel y me siento en mi escritorio. ¿Dónde dejé mi cuaderno de crucigramas?

Si, Kei es alguien rencoroso, detesta las mentiras. A el le podría describir la frase «Perdono, pero nunca olvido».

20 de mayo.
Hora en Sendai; 14:58 de la tarde.

Kei Tsukishima con 23 años.

El sol se refleja en mis lentes, miro hacia abajo y abrazo a T/N desde atrás. Refugiando mi cabeza en su cabello. Huelo su fragancia de canela y su champú de cítricos.

- Este lugar es lleno, me gusta.- Su voz suena como un susurro, casi íntimo.

- ¿Tanto así que querrías vivir en el?

Aún desde atrás puedo sentir que sonríe. Sus pulgares trazan pequeños círculos sobre mis brazos y suspira tranquila. - Puede que si, aquí tenemos amigos. Y nos vendría bien algo de ciudad, Miyagi apenas tenía torres de electricidad.

Suelto una carcajada en su cabeza y asiento. - Si... Y me viene de maravilla porque aquí hay un equipo de voleibol y. Tiene potencial, oí que llegaron a jugar contra Brasil. Pero me parece más importante tu opinión, si esta ciudad te gusta, nos quedaremos.

- Pues ve diciéndole a tu manager que te fichen en Sendai Frogs ya mismo. Porque este lugar tiene todo lo que necesitamos.

Giro para verla y sus ojos se vuelven la definición de sinceridad. Beso su frente y rodeo su cuello con mis brazos. - Me alegra mucho oír eso amor.

Bye...