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El gran palacio real, Takemichi lo miro desde su carruaje; era inmenso y ostentoso, no tardo mucho en llegar ala entrada principal y no era la única, varios carruajes también entraban y salían.
Salió de su carruaje, todos la ignoraron al instante y los murmullos empezaron, Takemichi solo bajo con los ojos cubiertos y velo negro, detrás de ella Vivían que tenía la corona con decoraciones, diamantes, figuras de corazones era una corona hermosa y las miradas se posaron esta vez en ella.
Vivían lo coloco en Takemichi, ella solo se mantenía quieta en lo que Vivían terminaba. Cuando estuvo lista empezó a caminar.
-has visto, ella viene sola- murmuró una de las chicas que estaba en la entrada -la Bastarda sola, como siempre jaja-
-Al parecer el duque decidio por fin dejarla, pobrecilla jajajaj- su acompañante le siguió.
Vivían sonrió ligeramente al escuchar aquello -tu también eres una bastarda Vivían, ¿por que sonríes?- Takemichi hablo, haciendo que su sonrisa se borrara de inmediato.
- Al parecer se te olvida quien eres- Takemichi se detuvo al igual que Vivían - tu la bastarda del conde Darniel, y yo la bastarda del duque Hanagaki, notas la diferencia, a mi me aceptaron y a ti todavía te niegan... eres más bastarda que yo - todo eso lo murmuró solo para que la chica lo escuchara
Vivían mordió el interior de su boca y sus manos se empujaron en su vestido -si señorita-
Takemichi sonrio ligeramente -vamos al jardín principal, todavía falta una hora para que empiece la fiesta - Takemichi se adentro al castillo.
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Sentada en una de la bancas del lugar, aun apesar de tener los ojos vendados lograba ver y admirar completamente el jardín.
Lo vio llegar junto a su guardia real y uno de sus amigos -Vivían tráeme un te- la chica no dijo nada y solo asintió, ahora estaba sola.
