Capitulo 11

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—mmph

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—mmph... lose— el líquido carmesí manchaba el vestido, sabía lo que significaba aquel amoroso secreto que había protegido con devoción se iba de mi lado.

La única muestra de amor que Mikey me concedió hasta ahora, ya no me pertenecía, pero ahora no era el tiempo de lamentos, el hombre que amaba y su familia estaba en peligro, no puedo permitir que algo más me sea arrebatado, alce la mirada, viendo a aquellos hombres que en más de una ocasión fueron mi dolor de cabeza.

Durante todo este tiempo me pusieron contra la pared como si mi voz no tuviera significado en el lugar, pero hoy no estaba para escuchar sus caprichos.

Ordene sin importarme su opinión y al parecer esta vez ellos lo llevaron acabo sin objeciones; siempre debió ser así. Ignore la voz de la mujer que era más odiosa que esos himbre, si Emma hablaba un poco más lo más seguro es que le arrancaría más de un mencho de su melena bien cuidad. Agradecía que Takashi se la haya llevado.

Se había vuelto alguien de confianza hasta ahora, no me reprochaba pero tampoco seguía mis órdenes al pie de la letra, era un fiel seguidor de mk esposo y eso era agradable.

La puerta se cerró lentamente y la fría piedra de la mesa me golpeó en la mejilla, el sirviente a mi lado; Safilg uno de mis tantos nuevos fieles, empezó a clamar por ayuda, mis parpados empezaron a querer cerrarse, el miedo de que esto sucediera me invadía, pero era ajn mayor mi miedo de despertar y que me contarán la verdad.

La habitación era un caos sirvientes entrando y saliendo con cubetas de agua y sábanas, había solicitado el cierre del tercer palacio, el muestre Sanzu era el que había llegado, traído con engaños a mis aposentos.

Me aferraba a las sábanas que en cada grito se manchaban de sangre, al principio una de las Adrila me atendía, pero le era difícil introducir se en mi, como si mi cuerpo rechazara su toque, solo logro lastimarme aun más.

Sanzu aparto a la mujer, se aproximo a mi, su mirada llena de compasión, algo poco común en el; siempre mostrando seriedad ante todos.

— su majestad — su voz más suave de lo normal, hizo a su corazón estremecer. — necesito que se tranquilice—

Con ojos llorosos, tanto por el dolor como en la situación en la que estaba. — por favor no...— le rogó mirándolo —te lo suplico dime que no— tome su mano, la cual se apriciono con la mía.

Ante su mirada no hubo respuesta — necesito tratarla, necesito que se calme— ante tal declaración Takemichi soltó su mano.

Sanzu tomo el control del lugar —Necesito que todos salgan, solo deben quedar tres en el lugar, por favor retirense los demás—

— Safilg, no dejes que nadie salga del lugar... todos deben permanecer en el castillo— aun con lágrimas en sus ojos dio la orden y el chico solo asintió.

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⏰ Última actualización: 6 hours ago ⏰

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