Máscara.

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¿Cúal es la mejor manera de destruir a tu enemigo? Muchos dirán que matando o dañando a algún ser querido, lo cual no está mal, pero no lo destruiría por completo. En cambio, acercarte a él, ser su amigo, volverte alguien a quien considere de confianza, es la respuesta correcta y la mas efectiva en todos los casos. ¿Por qué? ¿Acaso tú sospecharías que tu hermano, mejor amigo, novio o hijo, es la persona que provoca tu desgracias? No, ¿cierto? Es difícil no dudar.

Sin embargo, hay un mínimo, pero importante detalle que influye mucho en el resultado. Tus sentimientos. No debes encariñarte con él, creer que es agradable, porque inmediatamente todo tu esfuerzo habrá sido una perdida de tiempo. Nadie daña a quien aprecia, incluso si es aquella persona que te jodio algo en la vida. 

Por ello, debemos ser fríos, despiadados, no dejar el odio y el rencor de lado, y, sobre todo, el sentimiento de venganza. 

Golpeaba suavemente el lápiz contra la hoja, mirándo fijamente la primera pregunta del exámen

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Golpeaba suavemente el lápiz contra la hoja, mirándo fijamente la primera pregunta del exámen. 

Mi mente se quedo en blanco, seguramente porque decidí ser feliz todo el fin de semana, ignorando mis resposabilidades estudiantiles. Aun así, esto no es completamente mi culpa, la profesora también la tiene. 

¿Quién pone un exámen un Lunes, a las seis y media de la mañana? Sólo la gente infeliz que necesita arruinar la vida de los demás, porque la suya ya está a más no dar.

Suspiré y eso pareció llamar completamente la atención de mi profesora, porque dejo de caminar por todo el salón y se coloco frente a mi, mirándome a través de esos lentes. 

La mire y levante una ceja. 

—No estoy copiando.—Me defendi antes de que pudiera decirme algo. 

Ella solto una corta risa socarrona. 

—Loud, si estas aburrido y planeas darme el exámen en blanco, mejor vete.—Habló con esa voz chillona suya. 

Es de esas profesoras que se creen que son los mejores en lo que hacen y no aceptan ningun tipo de crítica constructiva. Ya tiene más de cincuenta años, ¿por qué no se jubila? Si de enseñar bien no lo hace y no parece amar su trabajo. 

Mire mi exámen completamente en blanco. Sentí la mirada de mis compañeros sobre mi espalda, ya que la vieja chot-...mi profesora, me sentó en la primera fila, porque, según ella, puedo copiarme de Clyde. 

Bueno, ¿tengo algo que perder, a parte del semestre? No.

Me levante y tome mi mochila. Escuche un bullicio a mis espaldas, cosa que la profesora detuvo con solo alzar un dedo. Me miro, completamente molesta por mi atrevimiento. 

—¿Qué crees que haces, jovencito?—Me pregunto, con un tono de desaprobación. 

—Seguir su consejo.—Respondí. No le di chance a decirme algo más, porque salí del aula y cerre la puerta detrás de mi. 

La Nieve RojaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora