Capítulo 2

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Nael

Odio las traiciones, peor cuando piensan que no me enteraré y pueden seguir engañándome <<Que estupidez>>

Me guiaron hasta el jardín de la casa en donde esta Suan uno de los traficantes de armas que vendió información a la MCI sobre mis negocios. <<Nunca debió hacerlo y seguir fingiendo lealtad, escoria>>

Está comiendo en su jardín con la vista de su viñedo, me acerque y su sonrisa de hipocresía se hizo presente

—Señor Nael qué bueno que venga a visitarme — comento con un tono cortes que me da asco

—Suan

—¿Cómo ha estado señor Nael?

—Como siempre

Me señaló una silla —Siéntese por favor señor Nael

Me senté en la silla del otro lado de la mesa quedando al frente de él —¿Cómo va el negocio? —pregunte con un interés fingido

—Mejorando gracias a su apoyo — comento con una sonrisa en el rostro

No tengo mucho tiempo para este tipo de escoria

<<Es hora de acabar con esta escoria asquerosa>>

—Dicen que vendiendo información actualmente se gana mucho dinero — comente mirando hacia su viñedo que en pocos momentos quedara reducido en cenizas

Trago grueso —Eso no lo sé señor Nael — comento tomando de su bebida ocultando su asombro pero pude ver su nerviosismo con el leve temblor que había en su mano

Sonreí ante su cara pálida y ojos que mostraban miedo <<Como me gusta ver la gente así intentando ocultar lo evidente antes de que mueran>>

—En serio — mire su plato era carne magra, tome el cuchillo que estaba al lado de su plato —Sabes los que traicionan terminan como tu carne — le mire y clave el cuchillo en la carne —Muertos — al escucharme él se sobresaltó tanto que casi cae de su silla.

—Lo sé señor Nael yo nunca le traicionaría — comento con una voz temblorosa

Traicionero y mentiroso, <<como me encanta matar a este tipo de personas>>

Tome mi celular y mande el mensaje con la orden para que regaran la gasolina en todo el lugar, en unos segundos vi las avionetas pasar y el olor a gasolina llego indicando que era hora de que me vaya

—Sabes deberías tener cuidado cuando quieras traicionar a alguien — comente levantándome

—Señor Nael —comento

Le sonreí —Odio a los traicioneros — comente sacando mi arma y apuntándolo —Y más a los mentirosos

—No tenía opción señor Nael — dijo con una voz temblorosa — Información sobre usted tiene un alto precio y no tengo las mismas ventas que antes, necesitaba el dinero — se excusó al sentir cerca la muerte

—Yo tampoco tengo otra opción Suan — le dispare en la cabeza, mis hombres habían acabado con los de él

Salí de la casa, y saque la caja de fósforos que tenía en los bolsillos, tome un cerrillo de los fósforos, lo prendí y lo deje caer, mientras seguía caminando en poco tiempo las llamas de fuego comenzaron a consumir todo, mire el escenario de las grandes llamas inmensas arrasando con todo y me retire del lugar, no tenía nada más que hacer

<<La escoria tomo sus decisiones y acabo con él mismo al hacerlo>>

Estar al otro lado de la ley no es tan malo, hacer justicia con tus propias manos es lo mejor, las autoridades actualmente se las compra muy fácilmente, si quieres mantenerte a salvo solo es cuestión de saber a quién comprar y a quien matar en este mundo de criminales.

Recordar - Diavolo #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora