Noche de juegos - Football ships (chico x chico)

I - ¿Qué tal si jugamos?

Después de su victoria contra un rival tan grande como lo era el Manchester City, aunque fuera un partido de pretemporada, los jugadores del Barça no podrían estar más felices.

Tenían un buen presentimiento, sabían que tenían por delante una buena temporada. Por eso, no tardaron en querer celebrarlo.

Fermín López y Íñigo Martínez ofrecieron su habitación como sala de fiesta, los demás llegaron poco después.

La estancia ahora llena consistía en dos habitaciones. Una con una cama, un armario y una televisión, y otra con varios sillones y una mesita en el centro.

Cómo cada persona había traído al menos una botella de alcohol, pudieron empezar a beber enseguida. Los más jóvenes solo charlaban entre ellos, divirtiéndose igualmente.

Después de un par de horas algunos se habían ido, pero los que quedaban estaban ebrios.

Pablo Gavi, que estaba comenzando a aburrirse un poco, logró subirse a uno de los sillones después de varios intentos. Una vez de pie, alzó la voz para que todos pudieran oírlo:

—¡Eh, venid aquí un momento, por favor!

Sus compañeros obedecieron y se reunieron en aquella habitación, curiosos. Gavi continuó:

—Esto está volviéndose un poco aburrido, ¿no os parece? —practicamente gritó—. ¿Qué tal si jugamos a algún juego?

Todos asintintieron, también a gritos, pero alguien se hizo oír por encima de los demás:

—¡Podemos jugar a "Yo nunca nunca"!

Lamine Yamal, que sí comenzaba a aburrirse, pegó un salto de emoción.

—¡Yo pregunto!

Obviamente no estaba borracho, pero no pensaba perderse las tonterías que sabía que sus amigos harían estándolo.

Los futbolistas se sentaron después de separar un poco los sofás y sillones, el juego comenzó.

Lamine comenzó con cuestiones sencillas que buscó en internet, pero la cosa se fue animando. Los jugadores habían bebido bastante, y lo interesante comenzó con aquella pregunta:

—Yo nunca he besado a alguien famoso.

Eso no tendría porqué haber sido interesante, podría haberse referido a actrices o modelos famosas.

Pero las miraditas que compartieron entre ellos mientras bebían daban a entender otra cosa.

Varios minutos después, el sexo empezó a formar parte de la conversación, las mejillas de Lamine estaban cada vez más rojas mientras hablaba.

—Yo nunca he tenido que esconder un chupetón.

Gavi, Pedri, Fermín, Alejandro, Vitor, Frenkie, Héctor y el propio Lamine, entre otros, maldijeron por lo bajo antes de tomar un sorbo de sus vasos.

Mientras tanto, algunos de los que no bebieron se reían por lo bajo. El juego prosiguió:

—Yo nunca he querido mantener relaciones con alguien de mi mismo sexo —Lamine rascaba su nuca con nerviosismo mientras leía—.

Muchos de los futbolistas en aquella sala bebieron de sus vasos, demasiado avergonzados como para levantar la cabeza y mirarse entre ellos.

—Yo nunca he tenido sexo con una persona al menos diez años mayor que yo.

—Joder... —murmuró Fermín por lo bajo antes de beber—.

Algunos lo miraron discretamente divertidos, otros directamente se rieron. El juego continuó, Lamine alzó las cejas ligeramente antes de leer: