"el precio de tu inocencia" cap 3

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Era algo tarde en la noche, Riley estaba desvelandose en su computadora, desagrado tomándose un té sentada en el sillón en el cuál ennui yacia acotada mirando su celular, temor y ansiedad estaban chismeando con ella sentados en su respectivo silló...

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Era algo tarde en la noche, Riley estaba desvelandose en su computadora, desagrado tomándose un té sentada en el sillón en el cuál ennui yacia acotada mirando su celular, temor y ansiedad estaban chismeando con ella sentados en su respectivo sillón, tristeza sentada en una silla tomando su café junto a furia el cuál también estaba leyendo el periódico.

Alegría se mantenía concentrada, mientras lujuria estaba a su lado haciendo comentarios sobre las chicas que salian en algunos tiktoks que le aparecían en para ti a Riley, alegría se mantenía incómoda y algo alejada.

Entonces envidia ya con su pijama y su conejo de peluche se acercó a desagrado, jalo un poco su vestido.

Desagrado: envidia, deberías estar en tu cama durmiendo, mañana debes levantarte temprano.

Lujuria volteo a ver, las voces llamaron su atención y empezo a visualizar la situación

Envidia: Pero-

Desagrado: si te duermes temprano te compraré tu peluche de oveja.

Envidia: encerio?!

Desagrado: que si, anda ve a dormirte ¿Te llevo a tu dormitorio?

Envidia asintió.

Entonces lujuria interrumpio, dándose a voluntario para llevar a envidia a dormir. Desagrado al estar distraída solo acepto y movió su mano ahuyentando lo con envídia agarrada de la mano. El camino tranquilo llevándola.

Al entrar a la habitación la subió en la cama, la miro con una sonrisa que parecía amigable, envidia le devolvió su sonrisa amigable

Envidia: gracias por subirme! Esque soy muy chiquis para alcanzar mi cama, ojalá ser tan alta como tú!

Lujuria: oh no hay de porque agradecer pequeña.....oye envidia...

Envidia: si?

Lujuria: te gustan los dulces? Quieres un chocolate?

Dijo sacando de su bolsillo un chocolate rápidamente la pequeña extendió sus manos y sus ojitos brillaron emocionada dio saltitos queriendo tener su chocolate, tenía prohibido comer dulces de noche porque le daba mucha energía y se volvía loquita, la última vez que eso sucedió se subió en una lámpara del techo.

Lujuria: a a~

Dijo alzando el chocolate

Lujuria: primero, para tenerlo tenemos que jugar un juego ¿Ok?

Envidia: sii que divertido ¿Que juego?

Lujuria: solo debes ser una buena niña, no te muevas ni hagas nada, solo deja que haga todo el trabajo.

Envidia asintió algo confundida sin entender, la sonrisa del hombre cambio de amable a siniestra y cerró la puerta con llave, se subió encima de la pequeña envidia sin darle la posibilidad de escapar, atrapando la abajo de el con su peso, empezó a sacarse su cinturón y a meter su mano por abajo del vestido de envidia, la cuál no entendía lo que Hiba a suceder....







........horas después


































El hombre estaba abrochando los botones de su camisa sentado al borde de la pequeña cama mientras la pequeña emocion yacia acostada en la cama lloriqueando en silencio mientras temblaba y abrazaba su peluche de conejo,había un líquido carmesí callendo poco a poco, manchando las suaves sábanas lilas con puntos amarillos.

La pequeña lucia desaliñada, con el rostro lleno de lágrimas, sus grandes ojos rojos y inchados indicando que lloro por mucho tiempo, el cabello despeinado y varios pelos caídos por la almohada y el suelo, los botones de su vestido desabrochados y ya safandose por la manera brusca por la cuál fueron abiertos, sus delgados muslos con aruños, sus muñecas con marcas rojas prueba del momento en el cuál fue forzada y un chocolate en su pequeña mano el cuál presionaba en su pecho que no paraba de subir y bajar indicando su acelerada respiración.

El hombre la miro de reojo y se acercó a ella

Lujuria: no le digas a nadie de nuestro juego ¿Si? No querrás que le haga lo mismo a desagrado ¿Cierto? Si le dices a alguien la matar3.

A envidia le constaba hablar, tenía un nudo en la garganta y le dolia mucho el cuerpo, asintió debilmente aterrorizada.

El sonrió con superioridad y la cargo hacia el baño, le dió un baño en su bañera, la secó, le puso una pijama nueva, mientras caminaba vio al conejito caído en ese charco rosa salmon en el suelo, asqueroso, lo pateó, cambio las sábanas y almohadas manchadas y acostó a la pequeña envidia en la cama, la cuál se acurrucó y siguió llorando en silencio, el agarro el conejo, la ropa y las sábanas para llevarlas a lavar, luego limpio las pruebas que quedaron en la habitación. Finalmente regreso a su habitación, sonriendo de satisfacción.

 Finalmente regreso a su habitación, sonriendo de satisfacción

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Auch.

Nadie Te Escucha, Nadie Te Habla, Nadie Te Ve.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora