Frustración.

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El sonido de la goma frotándose varias veces con el papel se había hecho presente desde hacía un buen rato, el timbre ya había sonado y era horario de recreo, la sala estaba casi vacía, de no ser porque un adormilado chico de cabellos morados seguía sentado en su lugar con la vista en un papel que estaba en su mesa. Sus manos que intercambiaban de objeto a cada rato eran un factor evidente en el chico, el dueño de estas no apartaba la mirada del papel con una serie de ejercicios de matemáticas, le costaba un poco respirar a causa de que había repetido el ejercicio unas 7 veces y no le daba el resultado, estaba realmente frustrado y lo único que quería era salir a tomar aire, pero no podía. Debía terminar ese trabajo primero, si no, nunca lo haría y el lo sabía perfectamente.

-Pero ¡¿Por qué no sale?! Estoy haciendo todo el puto procedimiento bien y no me da el resultado! -Golpeó la mesa enojado y puso su cabeza en la mesa apoyándose en sus brazos ya harto de la situación. 

El problema se veía desde lejos, a Sandy no le gustaba matemáticas, ni tampoco le iba bien, aquellas clases eran un dolor de cabeza, siempre se quedaba solo en el salón de clases, ya que él era el único que le costaba entender indicaciones y no aprendía con facilidad, sino que había que explicarle una cosa como 5 veces para que entendiera, mientras los demás si no entendian a la primera, en su mayoria entendían a la segunda o la tercera, pero no pasaban a más veces, Sandy por el contrario, si que pasaba a más veces, y él no era el unico que se cansaba, también se cansaba la profesora, tanto que al termino de la clase solo dejaba la actividad en el pizarrón y quien la hacia, la hacia, quien no, se quedaba atrás, y este era el caso de Sandy.

Desde que le dijeron que tenía problemas de concentración todos los errores que había cometido a la hora de realizar ejercicios o acciones empezaban a tener sentido, muchas veces malentendía las cosas y se peleaba con quien fuera, otras no ponía atención y se terminaba lastimando en el intento y algunas veces ni si quiera se daba cuenta quién habia pasado por al lado suyo.

Al mismo tiempo a causa de todo eso lo único que Sandy podía acumular era la frustración que le daba el no estar mas atento con su vida y sus cosas, varia gente le reprochaba su falta de atención, su madre la que más, lo hacía en momentos específicos, para así echarle la culpa de una manera más lógica. Cuando todo este enojo y frustración se acumulaba lo suficiente Sandy explotaba, ya que aguantaba mucho el enojo con gente como su madre, y llegaba a un punto en el que ya no podía soportorarlo más, por eso el chico siempre andaba de mal humor o nunca le interesaba nada, ya que estaba haciendo un esfuerzo por no dejarse llevar por lo que le dijeran los demás, pero la clara diferencia y las comparaciones que hicieron con él lo dañaron, ya no podía probar sus habilidades de la mejor manera si estaba compitiendo con alguien, el deseo de ser mejor daba vueltas en su mente cuando se le presentaba un oponente y debía ganar si o si, de lo contrario su frustración aumentaría, así mismo su enojo y tristeza por no ser alguien "normal" en el sentido de que los demás si entendian las cosas a la primera. Sus deseos de ganar siempre eran mas fuertes que sus sentimientos debajo de esa coraza que ocupaba como arma para esconder lo que realmente sentía. Cuando el chico no aguantaba más y no había nadie cerca con quien desquitarse ni insultar las lágrimas comenzaban a resbalar por sus mejillas, y hiciera lo que hiciera para tratar de evitarlo no podía parar de llorar, ni si quiera hacía algún sonido, las lágrimas simplemente salian ferozmente de sus ojos violetas sin ningún deseo de parar.

Este momento estaba apunto de ser una de esas veces.

Las lágrimas amenzaban con salir ansiosamente, el de ojeras trató de calmarse para no llorar, miró hacia todos lados y finalmente su vista termino en aquel papel de color blanco con ejercicios de matemáticas, el cuál rapidamente fue empapado con unas gruesas lágrimas que salían de los ojos de Sandy, quién rápidamente se dio cuenta y apartó el papel de su vista guardándolo en su mochila. Finalmente el chico se quedó mirando a la nada mientras lloraba en silencio, con la cabeza en alto observando algo que ni el sabia, estaba totalmente en blanco y ya no queria hacer nada más que marcharse, irse a su casa y acostarse en completo silencio.

Weirdo.. Brawl StarsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora