Cap 4• No me importa

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Para Phillip su vida fue creciendo y siendo lo que es ahora; un hombre guapo, rico, con las mujeres que él desee en su cama y sin faltarle nada.

Pero entonces, ¿Porqué fue a ese tal "viaje de negocios"? ¿Porqué un hombre que ya tiene todo no se toma un descanso de su arduo trabajo? Si lleva trabajando desde muy temprana edad sólo ¿Porqué tanta insistencia en seguir trabajando?

La respuesta es simple; él ya había dejado de trabajar.

El Wittebane mayor era un hombre que estaba encargado de robar propiedades, vienes, dinero, futuros proyectos que tienen un enorme potencial a personas ricas que creen en un hombre que derrocha seguridad y empatía; nada más lejos de la realidad.

Phillip se encargaba de dar una muy buena primera impresión con su próspera empresa de los más actuales e innovadores electrodomésticos de toda clase; pero en realidad, Phillip tenía sus secretos, los cuales sólo conocía su gente del bajo mundo.

Siempre creyó que un trabajo honesto no le dará el dinero ni las riquezas que consiguió desde que empezó con un pequeño lavado de dinero; y ahí, el hombre fue haciéndose más y más rico, sin contar las ganancias de la empresa.

Phillip tenia una creencia muy estricta, él sentía que si no dabas todo en el trabajo, incluso abandonando a quiénes te importan, no iba a dar frutos.

El señor se encontraba repasando cada evento de su vida, desde el más exitoso, hasta el más molesto; lo hacía la mayoría del tiempo.

Según Phillip, había ese alguien que en algún momento él presentía que le daría problemas si se enteraba de su otra vida, ese chico rubio que adoptó obligadamente.

Phillip no quería tener que cagar con un niño encima de él, ya que siempre que el niño se sentía sólo, inmediatamente iba con el mayor. Por esa y por mas razones, el hombre rubio quería deshacerse de esa "molestia innecesaria" de una vez.

Sólo que el hombre no sabía cómo hacerlo sin que lo culparán o siquiera le preguntarán a él. La policía le llegaba a parecer muy molesta, él solo quería que el rubio dejara de existir y ya. No había nada que lo satisfaciera como ese simple gesto.

La puerta de su despacho se abrió regresando lo a la realidad de su oficina en una casa abandonada. Aunque, la casa por fuera parecía abandonada, pero por dentro no lo estaba, era un engaño para aquellos chismosos.

Era en ese lugar en los que se encontraba con la gente de aquellos trabajos oscuros e ilegales.

Phillip levantó la mirada de los papeles que nunca terminó de leer por andar pensando, y observó a una hermosa mujer entrar en la oficina con sensualidad.

—Toque, pero como no respondías decidí entrar.— la mujer, al entrar en la oficina y cerrar la puerta con pestillo, se posicionó frente al hombre.—¿Otra vez pensando en el niño, guapo?— preguntó con una ceja levantada.

El hombre chasqueó la lengua en señal de molestia, pero una muy deliciosa idea de grabó en su mente.

—Querida mía, ¿Crees que podrías hacerme un favor?— el cambio drástico en la actitud del señor la confundió, pero también le excito.

—Claro, ¿Con qué te ayudo, cariño?—

Phillip señaló con la cabeza hacia su regazo y la mujer inmediatamente fue asentarse en sus piernas. Empezaron a acariciarse muy sensualmente, casi hasta con rudeza.

—Manda a alguien a qué se deshaga del niño. ¿Podrías, hermosa?— el hombre quería sonar sensual para incentivar más a la mujer, por eso su voz fue grave y un poco ronca.

La mujer frente a él se lamió los labios cuál descaro. Se acercó al hombre y pronunció con lentitud.

—Yo me encargo, cariño.—

Y Phillip se concentro en devorar la boca de la mujer, y con suerte, hacer más que eso; sin embargo la mujer se alejó un poco para preguntar.

—¿En serio no te importa la vida del niño?— preguntó con burla, pero con curiosidad. —Dedicaste muchos años de tu vida criandolo.— añadió.

No me importa.— respondió el hombre con asco.

La mujer sonrió con satisfacción y volvió a besar con sensualidad al hombre.

Ambos tenían los mismos objetivos; ganar dinero de una manera que los haga sonreír a ellos, no importaba los demás.

Ella deseaba estar con Phillip desde el primer momento que lo conoció, y él solo la utiliza para trabajos del bajo mundo y para sexo duro.

Hablando de eso; Phillip la tomó de su trasero y la alzó para colocarla en el escritorio, la necesitaba, necesitaba penetrarla con rudeza y sin piedad, al final, a ambos les gustaba demasiado.

El hombre procedió a besar su cuello y dejando mordidas marcadas en este. La mujer gemía y se dejaba llevar por el hombre, le gustaba lo prohibido que tenía su relación de solo sexo, pero a ambos les funcionaba.

El hombre le parecía exquisito la urgencia en la mujer ya que ella, con gemidos sonoros, le rogaba por tenerlo dentro de ella. El hombre sólo le subió el vestido de cóctel que llevaba la mujer hasta su cadera, lo justo y necesario. Siguió acariciando y seduciendo a la mujer que se encontraba bajo él, quería escucharla gritar rogando por él, sólo así entraría de un golpe.

Phillip se bajó un poco su pantalón, viendo que la mujer ya se encontraba más que mojada, sacó su miembro del boxer y con muy poca delicadeza penetró la intimidad de la mujer de una estocada.

La fémina gritó el nombre del sujeto y éste procedió a entrar y salir, pero no del todo, dentro de la mujer. El hombre gruñía, le satisfacía cómo aquella mujer cerraba sus paredes y como se movía contra él para hacer más profundo las embestidas; haciéndolo sentir muy excitado. Aquella mujer lo volvió loco cuando, sin él mandarle como otras ocasiones, levantó su pierna derecha al hombro de Phillip, y este entendiendo el mensaje, salió por completo para después entrar otra vez en ella con fuerza, ocasionando los gritos agudos de la mujer. Ella sentía como el hombre empujaba su miembro hasta más allá de lo que alguna vez fue; era la primera vez que lo sentía tan adentro y tan exquisito.

Pero ahí no acabaron.

Phillip estaba desahogando la ira que sentía por dentro en su amante, dándole como el diablo infunde en los humanos; con fuerza y rudeza.

La tomó de los cabellos y de una parte de su cadera, dándole la vuelta, para acto seguido, penetrarla por detrás.

La mujer fue la que se posicionó mejor, dando su intimidad completamente para él, ni a Phillip, ni a ella, les agradó el anal; por eso su masculinidad y la intimidad de ella estaban otra vez conectados.

En ningún momento quisieron parar, más bien Phillip la embestía más fuerte, dando como resultados gemidos, gruñidos y gritos por parte de ambos.

Cada vez la mujer sentía que quiera correrse pero aguantaba un poco más para que al final fuera lo más placentero posible, pero Phillip se cansó de tanta espera y tomando sus caderas la acercaba y alejaba a su antojo; sin darle tregua a la mujer.

Phillip y la mujer se sentían explotar, y ya después de muchas embestidas más, ambos se sintieron más liberados que nunca, dando por terminado ése encuentro.

Phillip se corrió dentro de la mujer por petición de la misma, y así sin nada más que decir salió de ella para empezar a acomodarse; tenía reuniones en unos minutos.

—¿Cuándo quieres al niño sin vida?... Solo pregunto.— la mujer preguntó después de unos minutos en silencio ya vestida.

Phillip respondió:—Lo más pronto posible.—

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N/A: Uuuff, estuvo Wao.

La verdad, es el segundo lemon que hago y estoy satisfecha.

Dejen sus comentarios. Quiero leer sus teorías ¿Quién es la mujer? ¿Porqué está decidida a complacer en todo a Phillip?
ATT:YI F 💜

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