Cap 5• Cambio de opiniones

45 10 2
                                    

Los jóvenes se encontraban en silencio después de lo dicho por la ladrona de cabello verde.

— El documento que Phillip Wittebane nos robó, aquel que decía que Las islas hirvientes nos pertenecía a las pobladores—

Hunter muy poco podía respirar, sus pupilas se dilataron, sus pulmones se sentían ardientes, sus manos atadas estaban más inquietas que nunca; no podía, ni quería, creerlo. Para él era imposible. Esas palabras se repitió en su mente como un círculo infinito.

Luego que pasaron los minutos y Hunter sólo se concentro en la joven líder de las ladronas y ésta le devolvía la mirada, Gus decidió intervenir.

— ¿Co-como es eso posible? — fue lo único que pudo pronunciar el moreno.

Amity río irónica.— ¿Cómo, dices? — la chica se acercó al rubio para interponerse entre el intercambio de miradas fijas con su líder.— Ese hombre es más que malvado, es cruel y despiadado; y tal parece que ustedes no tenían ni idea de quién era en realidad. —

— Mi tío... — el rubio murmuró, pero después, tomó posición firme.— ¡Mi tío no es cruel, ni despiadado! ¡¡ESTÁN MINTIENDO!! — les gritó seguro.

Para Luz era extraño, se suponía que el hombre no tenía familia, entonces ¿Porqué no sabía de la existencia de este chico? ¿Porqué Phillip lo ocultó de todo tipo de medio o documento? Y más importante, ¿Porqué este chico lo defiende tanto? Ni siquiera sabe quién realmente es Phillip Wittebane.

— Amigo. — Gus le llamo al rubio. Nunca lo había vivido y dudaba que algún día lo experimentaría, pero por su amigo intentaría comprender lo que estaba pasando.— Cálmate, creo que deberías escucharlas, por favor Hunter. — el moreno no quería que su amigo se sintiera sólo, ya no estaba sólo.

El ambiente se volvió tenso y nadie pronunció palabra.

— Así que, Hunter. — pronunció la morena intentando aligerar el hostil ambiente.— No sé que planea Verde, pero créeme que tu tío nos ha hecho mucho daño con lo que hizo, y estamos hartas de ver a la gente de nuestro hogar luchando sin obtener nada. —

Y era cierto, desde que Phillip consiguió la escritura de las Islas es difícil para ellas vivir sabiendo que sus amigos y familiares sufren allá.

Hunter dejó de apretar los dientes en expresión amenazadora, y con una mueca insegura les dió la palabra a ellas. Sí, dudaba; porque no podía confiar de unas extrañas, pero también era cierto que su tío tuvo comportamientos extraños desde hace mucho tiempo, y el rubio no creía que era algo normal, él sentía que era algo más profundo, hasta perverso. Para Hunter era una suposición un poco fuera de lo común, pero desde hace unos días las dudas crecían, así como la desconfianza a su tío.

Willow tomó el permiso del rubio.

— En primero, quiero que sepan que no tienen que creernos a nosotras, si necesitan pruebas las tenemos, pero no aquí. —

Amity reaccionó.

— ¡¿Espera qué?! ¡¡Debes estar bromeando, Verde!! — la chica no podía creer el nivel de locura repentina de su compañera.

Por parte de Luz, ésta estaba intrigada. Willow jamás, y vaya que jamás, había hecho algo como eso; y ahora de repente lo hacía, la chica tenía curiosidad por esa desición tan drástica de su mejor amiga. Tan tímida e introvertida que es ella.

— Déjala, Lila. Es una orden. Si vuelves a interrumpir a Verde seré yo quien te saque de esta misión. — dió una amenaza, amenaza la cuál dejo helada a la joven pelilila.— Bien, ¿Que planeas, Verde? — al mirar cómo Amity bajo la cabeza, Luz preguntó a la chica de lentes.

Hay Ladronas En Mi Casa~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora