Lo malo de estar enamorado de las cosas materiales, es que ellas no tienen corazón para amores celestiales. Son frías al tacto, indiferentes al sentir, pueden brillar bajo el sol, pero nunca devolver el latir.
Te rodean con su brillo, su falso esplendor,
pero en su esencia, no conocen del amor.
No pueden susurrarte palabras de cariño,
ni abrazarte en las noches de frío y desaliño.Las cosas materiales, objetos de deseo,
pero incapaces de sentir, de pagar el peaje al cielo. No se pueden enamorar de ti, ni de nadie, su existencia es estática, sin emociones, sin aire.Y así, el amante de lo tangible se encuentra solo, en un mundo de superficies que no consuelan, solo dañan. Porque lo malo de amar lo que no siente, es que al final, te deja vacío, ausente.
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Poesía: Caleidoscopio de Palabras
PoesiaBienvenidos al "Caleidoscopio de Palabras", una antología poética donde cada verso es un fragmento de vidrio y cada estrofa, un reflejo de luz. Aquí, las palabras danzan en armonía y disonancia, creando patrones que capturan la esencia efímera de la...