One shots (Encanto)

Camilo x Julieta

Esta historia tiene lugar durante la película y contiene contenido sexual.

¿Se acuerdan del capítulo de Camilo x Mirabel? Pues esa historia me gustaría mostrarla completa con ustedes si puede ser

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Otra vez había vuelto a pasar lo mismo en Casita. Más concretamente con Julieta y Agustín.

Últimamente su matrimonio se había estado deteriorando mucho con discusiones cada cierto tiempo, casi todas provocadas por pequeñas confusiones o por celos de él. Pero de alguna manera, Julieta lograba ocultarlo a sus hijas y al resto de la familia.

Dolores, gracias a su don, se había dado cuenta de la discusión.

— Pobre tía — suspiró Dolores.

— ¿Por qué lo dices? — pregunta Camilo preocupado por su tía.

— Es que... últimamente he escuchado discusiones en su habitación y cada vez son más fuertes — explicó Dolores con cierta preocupación.

— Me preocupa mucho que la situación escale a otro nivel — expresó Camilo mientras miraba a su hermana apretando los puños.

— Esperemos que no suceda eso — deseo Dolores mientras escuchaba atentamente.

— ¿Qué escuchas ahora? — preguntó Camilo con curiosidad.

— A la abuela, es hora de volver — dijo Dolores suavemente.

Camilo y Dolores caminaban a casa mientras que el chico pensaba en su tía. De hecho, ya era imposible negarlo para él, se había enamorado de su tía.

Julieta era una mujer amable con todo el mundo, en especial con sus hijas y sobrinos.

Al llegar a Casita vieron a Luisa cargando cosas y llevándolas a hacia otra parte. A Isabela haciendo florecer una maceta.

Antonio se acercó a sus hermanos para abrazarlos mientras detrás de él estaba Mirabel.

— ¡Habéis vuelto! — chilló de emoción el más pequeño mientras abrazaba a su hermanos.

— ¡Claro que hemos vuelto! — río Camilo mientras alzaba a su hermano en brazos.

Camilo usaba su don para hacer reír a su hermano. Cambiaba de forma a la apariencia de varias personas del pueblo.

— Ahora íbamos a venir a la guardería a jugar, ¿Queréis venir a jugar con nosotros? — pregunta Antonio ilusionado.

— Seguro — dice Dolores haciendo sonreír a su hermano menor.

Dolores, Antonio y Mirabel caminaban hacia la guardería mientras hablaban.

Camilo se quedó abajo prometiendo que después iría con ellos.

En la cocina, Julieta amasaba mientras trataba de ocultar aquellas lágrimas.

Otra vez había discutido con su marido por una tontería.

Julieta sollozaba en silencio, intentaba que esos llantos no sean escuchados pero sabía que, gracias a su don, Dolores ya lo sabía.