Antes de empezar quiero aclarar que esto sucede antes de los eventos de la película.
Aquí Julieta no está casada con Agustín ni Pepa con Félix.
Disfruten el capitulo.
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La noche cayó en el colorido pueblo mientras la gente comenzaba a retirarse lentamente hacia sus respectivas casas.
Nada más entrar a su habitación Julieta se dejó caer en la cama después de otro largo día agotador. Había repetido por enesima vez su rutina que hace desde hace unos 10 años: levantarse temprano, preparar el desayuno para su familia y comida suficiente para repartir entre la gente herida del pueblo.
Durante los años en que Julieta tuvo su don, los habitantes de Encanto comprendieron que, mientras ella llegase a tiempo, eran prácticamente inmortales. Cómo consecuencia, esto los llevó a asumir riesgos que ninguna persona sensata haría bajo ningun concepto. Finalmente, Julieta pasaba todo el día asegurándose de que nadie sufriera daños graves.
Esto había sido manejable durante mucho tiempo, pero en su estado actual estaba empezando a ser un problema.
Un ejemplo de esto fue cuando uno de los bebés empezó a dar patadas justo cuando se disponía a ir a la cama.
Con seis meses de embarazo de lo que Bruno suponía que eran gemelos, su rutina, poco a poco, comenzaba a afectarla.
Honestamente, no sabía cómo iba a continuar de esta manera.
Su hermana y esposa Pepa se acercó y puso una mano en el vientre. A veces, esto parecía emocionar a las niñas y ellas pateaban más, pero otras veces las calmaba. En esta ocasión, las calmó, y las niñas que estaban en el vientre de Julieta dejaron de patear.
- Juli - hablo Pepa usando el apodo cariñoso - tenemos que hablar.
- ¿De qué?- respondió Julieta mientras trataba de ocultar su preocupación.
- Mamá, Bruno y yo hemos estado hablando y estamos de acuerdo en que has estado trabajando demasiado y necesitas descansar.
Julieta se sintió aliviada de que no fuera lo que temía:
- Lo sé - dijo -, pero no puedo. Necesito seguir trabajando, si paro, la gente se lastimará o, peor aún, morirá.
Pepa argumentó:
- La mayoría de las lesiones que sufren las personas no ponen en peligro su vida, por lo que no necesitas esforzarte tanto. La mayoría de las personas que se lastiman podrían esperar un tiempo.
Pero Julieta se preocupaba por las lesiones que eran graves:
- Si me tomo un descanso, alguien podría morir, y no podría vivir con la culpa de no haber estado allí para ayudar - dijo preocupada.
Pepa le ofreció una solución: La comida que Julieta prepara todavía puede curar a las personas durante un mes. Así que se podría dar algunas de ellas como medicina de emergencia a una familia y de esta manera su esposa podría descansar sin preocuparse de que alguien muera o salga herido.
Julieta dudaba, le costaba seguir adelante, pero también deseaba pasar más tiempo en casa. Sin embargo, no le gustaba la idea de darles comida que no supiera bien a las personas. Pepa, que parecía leer su mente, le dijo:
- Además, cariño, estás embarazada de seis meses de mellizas. Sabemos que te cuesta mantener el ritmo. ¿Qué harás cuando tengas nueve meses de embarazo o cuando nazcan las niñas? ¿Vas a dejar que mamá y yo las criemos mientras te ocupas de las personas que nos odian?
Julieta se dio cuenta de que su esposa tenía razón. La gente realmente no las aceptaba, y eso le rompía el corazón. Además, si la magia de Julieta duraba un mes, entonces podría detenerse sin poner en peligro la vida de nadie.
- Está bien - dijo Julieta -. Dejaré de trabajar tan duro. Pero no diré nada hoy. ¿Cómo les haremos saber?
Pepa sonrió y le dijo que ella y Bruno se encargarían de informar a todos al día siguiente.
Mientras Julieta se acurrucaba en la cama, pensó en lo mucho que disfrutaría de pasar más tiempo con su familia, especialmente con Pepa.
Pepa se acostó con ella en la cama mientras le abrazaba la cintura. Julieta se relajó en los brazos de Pepa, sintiéndose agradecida por tener a su esposa apoyándola. Sabía que no sería fácil dejar de trabajar tanto, pero entendía que era necesario por el bienestar de ella y de las niñas.
A la mañana siguiente, Pepa y Bruno se encargaron de informar a la gente sobre los cambios que habría en la disponibilidad de Julieta. Algunos mostraron preocupación, pero la mayoría entendieron que era importante que Julieta descansara durante su embarazo.
Acordaron que Julieta seguiría disponible para emergencias graves, pero que la gente tendría que aprender a manejar lesiones menores por sí mismos o con la ayuda de la comida mágica que ella había preparado previamente.
Poco a poco, la gente del pueblo se adaptó al nuevo arreglo. Al principio fue un reto, pero terminaron aprendiendo a ser más independientes y responsables con su propia salud.
Julieta, por su parte, comenzó a disfrutar de estar más tiempo en casa. Pasaba horas conversando con Pepa, escuchando los planes de Bruno para el futuro y sintiéndose emocionada por la llegada de las mellizas.
A medida que su embarazo avanzaba, se sentía más cómoda y relajada. Ya no tenía que salir corriendo cada vez que alguien se lastimaba. Podía tomarse el tiempo para cuidar de sí misma y de su familia.
Cuando finalmente llegó el momento de dar a luz, Julieta se sintió más preparada que nunca. Con el apoyo de Pepa, Bruno y el resto de su familia, dio la bienvenida a dos hermosas niñas a su hogar.
Fueron dos hermosas niñas. Ambas nacieron muy saludables y lo primero que se escucharon en la casa fueron sus llantos y sus risas.
- Son tan bonitas - hablo Alma mientras cogía a una de las recién nacida en brazos -. Estoy segura de que tendrán unos buenos dones.
- Seguro que sí - dijo Bruno feliz por el nacimiento de sus sobrinas.
La gente del pueblo se alegró por ella y le dieron el espacio y el tiempo que necesitaba para dedicarse a su nueva familia.
Julieta se sentía bendecida y agradecida por poder vivir esta nueva etapa de su vida sin tener que sacrificar tanto como lo había hecho en el pasado.
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One shots (Encanto)
RomanceOne Shots de Encanto. Si queréis alguna pareja en específico dejadlo en los comentarios.