One-shots Levihan (Shingeki no Kyojin)

You're alive, so alive

Nota de la autora: Recomiendo leer este capítulo con Marjorie de Taylor Swift. Avisar que este capítulo contiene spoilers del final del manga. Este capítulo contiene Eremika y Aruani.

(Mikasa)

De nuevo sentía que me ahogaba en mi cama. Un año había pasado desde el final de la guerra, desde que él se marchó. No había logrado conciliar el sueño de forma natural ningún día de aquel año. Leía hasta agotarme y cuando cerraba los ojos le veía a él. Abriendo los ojos para verme por última vez, aquel beso que le di cuando sus labios todavía estaban calientes. Me desvelaba todas las noches y tenía que tomar algún tipo de medicamento para conciliar el sueño. Armin también lo pasaba mal, pero Armin tenía a Annie, estaban juntos desde hace unos cuantos meses y ya vivían juntos. Además él viajaba por todo el mundo firmando papeles y declaraciones de paz. Y aunque también sabía que le extrañaba, él rehacía su vida mientras que yo seguía estancada en ese árbol que alguna vez fue nuestro lugar seguro. 

Él también lo sabía, y yo lo notaba. Siempre me ponía esa expresión de lástima que decía "lo siento, perdón por rehacer mi vida ¿Estarás bien?" y yo le devolvía la mirada respondiendo "Lo estaré" Pero hacía mucho tiempo que había dejado de pensar eso, aunque realmente siempre fue así para mí, yo lo tenía claro. Si Eren no estaba conmigo yo nunca reharía mi vida, nunca volvería a ser feliz.

Los demás seguían avanzando. Connie y Jean habían perdido a Sasha pero ellos se tenían el uno al otro, trabajaban y salían a divertirse, Jean me cortejaba de vez en cuando pero sin mucha esperanza pues yo amaría a Eren hasta el día de mi muerte y él lo sabía.

De nuevo las paredes parecían hacerse cada vez más pequeñas y que me ahogaba dentro de ellas. Al principio esta situación me asustaba pero ahora, ahora había entendido que todo estaba en mi mente.  Agarré mi bufanda y me la enrollé en el cuello para darme confort. Salí de la habitación dando tumbos y comencé a caminar sin ningún rumbo.

Miré como Reiner también había continuado su vida, él se encontraba tomando algo en una terraza con Jean y Connie a pesar del frió que nos envolvía. Todos ellos, seguían y vivían mientras que yo era incapaz. Solo había una persona en la que me podía ver reflejada. 

Y ese era el capitán. Nunca me cayó bien, era demasiado duro con Eren, cuando me enteré que éramos familia comencé a aceptarle como tal, él me ayudaba a veces pero nunca habíamos compartido muchas palabras. Seguí caminando y cuando noté que mis pies se hundían miré abajo y vi la arena.

La playa.

Me descalcé y caminé hasta la orilla. Me fijé en el suelo y había unas marcas en la arena como si se hubiera arrastrado algo. Seguí la pista y vi de donde provenía. Era Levi, de espaldas mirando al mar, sentado en su silla de ruedas. Nunca quería estar con nadie en estas situaciones pero algo me decía que en su interior algo le torturaba y que se encontraba igual o peor que yo detrás de esa fachada de hombre tranquilo.

Caminé y me senté a su lado. Él me miró de reojo pero no dijo nada. Creo que él ya sabía por qué estaba allí. Estuvimos unos minutos en silencio. Me ajusté la bufanda y tragué saliva para hablar.

-¿Algún día dejará de doler?-. Pregunté mirando como las olas rompían en las piedras del fondo. Él se mantuvo en silencio y por un momento creí que no contestaría hasta que le oí carraspear.

-No-. Le miré sorprendida. ¿No se supone que tenía que decirme que sí? Eso es lo que hacían todos, decirme que pronto me encontraría mejor y que tuviera paciencia pero eso nunca pasaba.

-¿No?-. 

-Si vienes aquí a buscar compasión y que te digan que pronto estarás mejor has venido al lugar incorrecto-. Me dijo. Parecía que me había leído la mente.