XXII

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Oculto

Oculto mis gemidos bajo las sábanas, pero no es suficiente.
Mis jadeos aún son demasiado fuertes.
Intento ser silenciosa, pero el placer que siento se desborda de entre mis piernas temblantes.

Mis dedos se estarán, mi piel se eriza, mis ojos se ponen en blanco y mi espalda se arquea por instinto.

No puedo resistirlo más, necesito gritarlo. Necesito suplicar por más.

Mis piernas se estiran y mis caderas se levantan suplicando por más.
Mira mi rostro ahora, mira mis ojos suplicantes y por favor dame más.

Por favor déjame gritar. Déjame suplicarte. Déjame explotar a causa de tal placer.

Amantes Nocturnos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora