Volver a sonreír {Donnie y Tú}

Capítulo 5...Apoyo

¡Hola mis tortuguitas, ninjas y kunoichis! :3

Aquí les dejo:

'-'-'-'-Volver a sonreír-'-'-'-'

Capítulo 5...Apoyo

OoOoOoOoOoO OoOoOoOoOoO

Caminaba de un lado a otro en la sala. Tenía los brazos cruzados y el celular en una de sus manos. Hacía exactamente quince minutos que Donnie se había comunicado con ella, y a cada minuto que pasaba, se sentía más y más ansiosa...pero no solo por lo que su amigo le contó.

—Muy bien, ya basta—La detiene la única persona que la acompañaba en la sala y con quien compartía un gran parecido, su madre—Tienes que decirme ahora mismo qué es lo que sucede.

Tragó en seco. Una cosa era que Donnie le contara de ella a su familia, otra muy distinta era que ella tuviera que contarle de él a sus padres. Ellos ya sabían que tenía un amigo llamado Donnie que la visitaba de vez en cuando, pero no sabían que era una tortuga ninja mutante.

—Es...es Donnie mamá. Los atacaron en su hogar y su padre está muy malherido—Explica mirando al suelo.

—Mi Dios. ¿Y él y sus hermanos están bien?—Pregunta la mujer angustiada.

—Sí, y...vienen para acá—Responde Tn__ con los nervios de punta.

—¿Para acá? ¿En vez de ir al hospital?—Pregunta desconcertada.

—Es que ellos...no pueden ir al hospital.

Esa respuesta confundió aún más a la mayor, y habría preguntado la razón si una interesante bocina de auto no la hubiera interrumpido.

Sabiendo de quien podía tratarse, Tn__ salió corriendo de la casa y fue directo al callejón sorprendiéndose con el gran vehículo, pero sacudió la cabeza para alejar el asombro, no era el momento para eso. Su madre la siguió y le dio alcance al tiempo que las puertas del Tortumóvil se abrían permitiéndole ver algo que la dejó muy sorprendida, una tortuga humanoide de bandana morada que bajó para hablar con su hija.

—Mamá—Dice Tn__ corriendo hacia ella regresándola a la realidad—Necesitamos tu ayuda—La jala sin darle tiempo a reaccionar.

Al llegar al vehículo, Donnie volvió a subirse permitiéndole a la mujer subir también. No podía sorprenderse más al ver a los otros porque se desmayaría. Pero su sorpresa pasó a segundo plano cuando vio las graves heridas que tenía el maestro rata. Inmediatamente se agachó a su lado para revisarlas, se veían terribles.

—Tn__, llama a tu padre, dile que prepare todo en la clínica de inmediato, tenemos que tratar a este hombre tan rápido como sea posible—Pide mirando a su hija, quien asintió y corrió a la casa para avisarle a su papá—La clínica está junto a la casa. Tenemos que llevarlo ahí de inmediato—Dice mirando ahora a los chicos, quienes asintieron con el miedo en sus miradas.

La mujer bajó de la camioneta y entre los cuatro hermanos cargaron a su padre con cuidado y lo bajaron, luego siguieron a la mayor hacia unas puertas de cristal cubiertas por persianas al otro lado. Esperaron a que la abriera y después entraron permitiendo que volviera a cerrarla con llave.

—Por aquí—Los guía a una puerta que permitió entrar mucha luz una vez la abrieron.

Era una típica habitación de hospital. Pisos de mármol blanco que llegaba hasta la mitad de la pared, mientras la otra mitad estaba pintada de un color azul cielo. Al medio había una camilla en la que les indicó a las tortugas que colocaran a su padre.