Capitulo 2

370 30 8
                                    

Peter empujó con su brazo recostando su cuerpo por completo sobre la puerta mientras meneaba con su otra mano la cerradura que no cedía al esfuerzo, se separó un poco y suspiró viendo la hora en su reloj de muñeca ya iban a ser las 12 y aún no podía entrar. Suspiró un poco y volvió a intentar el forcejeo hasta que por fin pudo oír el "click" y la puerta se abrió.

entró y cerró con delicadeza para no despertar a nadie, miró en su interior el desorden que había dejado esa mañana antes de irse, levantaba la ropa y hojas que tenia por el piso para dejarlo sobre su mesa de madera que él llamaba comedor, levantó el interruptor de la luz pero no hubo cambio, volvió a bajarla y subirla pero no surgía efecto así que se asomó a su ventana viendo que sus vecino si tenían, volvió a intentarlo pero el departamento seguía oscuro, vio un papel en suelo que destacaba por su color amarillo ámbar, lo tomó viendo que era un recibo de luz con una letra en lapicero en la esquina izquierda inferior "hasta que no pagues, no tendrás luz" se le habían acumulado ya 4 recibos los que provocaban el corte de luz, cerró los ojos y se dejó caer en su cama que estaba en la misma sala, era solo un departamento de dos cuartos contando la supuesta sala, al entrar veías la cama y su comedor, la puerta a su derecha estaba la puerta al diminuto baño y a su izquierda el pequeño mesón con la estufa y el lavaplatos que si eras lo suficientemente flexible con solo estirar la pierna desde la punta de la cama podrías tocar esa estufa. Lo único bueno era aquel ventanal tras su espalda, cuando se acostaba podía ver a casi toda la ciudad con las pocas luces de los postes que iluminaban las calles, y sobre todo, no tenían barrotes lo que servía que el hombre araña podía entrar y salir de ahí sin necesidad de usar la puerta.

Se estiró un poco aun estando sentado y alcanzó un botón que encendía una radio con el cual había interceptado la señal policial, estaba encima de su dicho comedor, se recostó sobre su cama escuchando como daban sus códigos los cuales ya había aprendido de tanto escucharlos, miró por el ventanal viendo los edificios del centro.

- Algún día viviré allí - sonrío ante su intimo deseo de querer comprar su propio apartamento.

Se levantó quitándose sus prendas dejando su traje de látex bicolor y se volvió a sentar cruzándose de piernas en su cama, no tenía sueño pero si pereza, movía la cabeza para quitar ese sentimiento perezoso hasta que escucho la voz agitada de la mujer proviniendo de la radio.

- 9.11 repito 9.11 - Peter cerró los ojos tratando de recordar el significado "disparos" recordó - En la avenida primera con segunda, no sabemos si hay rehenes un vecino acaba de llamar - Otro hombre respondió que iba en camino.

Peter se levantó y se puso su mascara viendo al ventanal - veamos - avenida primera con segunda... - abrió la ventana y se dejó caer, su brazo se alzó uniendo sus dedos corazón y anular se unieron a su palma haciendo su característica forma para que la telaraña saliera expulsada de su muñeca.

Se balanceaba sobre la ciudad escuchando las sirenas y viendo por fin las luces de esta, se detuvo en el edificio mas cercano asomándose viendo a dos patrullas estacionadas y un oficial de policía hablando con un hombre.

- Llegamos a la ubicación, el testigo afirma haber escuchado disparos pero no vemos nada sospechoso fuera del local - el policía presionaba su comunicador que estaba atado en la parte derecha de su pecho.

Peter vio como el policía estrechaba su mano con el señor y se dirigía a su auto, al parecer había sido una falsa alarma, suspiró y se levanto viendo al rededor no había ningún ruido aparte del ligero viento, alzó un poco su traje en la muñeca para ver su reloj, ya iban a ser la 1.

Un zumbido lo hizo girar, ya estaba acostumbrado a esa sensación su famoso sentido arácnido que le avisaba de algún peligro, se puso alerta al sentir el punzante zumbido enterrándose en su cerebro, hizo el gesto de entre cerrar los ojos como si quisiera ver mejor y una mano se asomó lo cual le hizo dar un pequeño salto del susto, una mano enguantada roja se asomaba por la orilla del edificio donde anteriormente estaba asomado, de forma cómica la mano se movió de un lado a otro como si lo estuviera saludado, Peter se quedó quieto hasta que la mano se cerró en un puño por lo cual Peter se agacho poniéndose en canclillas y sus dos manos en medio de sus piernas, la típica pose del hombre araña. La mano señaló con su dedo anular hacía el hombre araña, la movió en esa dirección repetidas veces como si quisiera que se girara a ver lo cual le extrañó.

Un alfa afortunado | Spidepool Donde viven las historias. Descúbrelo ahora